jueves, 13 de noviembre de 2008

La doble cara del Pelado

No se ha dado una declaración tronante últimamente y, salvo que ocurra algo extraordinario, no sucederá. Sólo Germán Villa fue quien, desde el inicio del torneo, dejó muy clara su postura: advirtió que suplente no sería en América y si Ramón Díaz continuaba en el equipo, él se iría. Hace un mes nos recordó públicamente que está en lo dicho. Además de esta inconformidad vinieron algunos reclamos de Juan Carlos Medina por no jugar, y hace unos días fue el "More" Mosqueda quien también dejó la puerta abierta para dejar al América si no encontraba continuidad.

Las molestias eran lógicas viniendo de jugadores que, justificada o injustificadamente, no eran contemplados. Sin embargo, con el pasar de los días me enteré que hasta entre los titulares Ramón Díaz no era el más querido.

Algo raro, porque quienes tenemos como fuente de información al Club América nos hemos acostumbrado a tratar con un amable director técnico. Hasta antes de la semana del Clásico, el "Pelado" acostumbraba atender a los medios de comunicación por lo menos dos días a la semana. Tras la derrota frente a Chivas, ésto cambió y ya sólo habla uno. Sin embargo, su actitud ha sido la misma, incluso, haciéndole frente con una sonrisa a los duros cuestionamientos de algunos colegas. En resumen, aunque se le critican algunas decisiones como la de preferir a Enrique Vera en lugar de Germán Villa o la de cambiar de banda a José Antonio Castro y, sobre todo, la de utilizar a veces a Federico Insúa en labores de recuperación, el "Pelado" Díaz goza de buena relación con los medios.

Increíble para quien elogia a sus jugadores en cada conferencia. Esa aparente buena relación se vino abajo cuando escuché quejas de su trato. Quien estuvo lesionado se lamenta que el técnico nunca se acercó a preguntar por su evolución, toda la información era a través del doctor. A otros no les parece que, en los entrenamientos, Ramón se limite a sentarse cómodamente en las recién remodeladas sillas entre la Cancha 1 y 2, mientras Sebastián Rambert se encarga de la práctica, y que el "Pelado" sólo se dirija a ellos en la charla técnica minutos antes de cada partido. Hay quien cuestiona sus métodos y se queja de mucho trabajo físico y poco táctico.
Por ello no es extraño que, aún con posibilidades para calificar, en América ya exista una lista con los nombres de las primeras bajas: Germán Villa, José Antonio Castro, Alvin Mendoza, Sebastián Domínguez, Luis Villegas y Rodrigo Iñigo. Y podrían agregarse los nombres de Alfredo Moreno, Ismael Rodríguez y hasta el "More" Mosqueda, tras las pláticas que habrán de sostener estos jugadores con la directiva cuando finalice su participación en el torneo. Algunos de ellos pedirán su baja voluntariamente.

El "radio-pasillo" en América cada día tiene más noticias. El "Pocho" Insúa, quien lleva una relación distante con el estratega, no se atreve a asegurar su continuidad en el club. Otros mencionan que ya está cerrada la contratación del atacante chileno Jean Beauseajour. Es decir, no se trata de nacionalidades ni de las famosas divisiones entre mexicanos y extranjeros. El descontento es generalizado, sin embargo, me aseguran que los malos resultados no se tratan de una "camita", como se le llama en el futbol a las rachas provocadas por los jugadores para conseguir que despidan al estratega cuando no es bien visto por el grupo. No, aquí realmente han hecho todo el esfuerzo, pero simplemente no han podido. Lo resalto porque es inusual ese profesionalismo en estos días.


Así están las cosas en el vestidor. El domingo podría ser el último día para muchos que nunca nos imaginamos saldrían del América. Parece que ahora si viene la reestructura en la cancha, pero si no se modifica la conducta del estratega, de poco podría servir.