sábado, 20 de diciembre de 2008

Un Pelado con fecha de caducidad

Por André Marin

El America se está armando hasta los dientes, volvieron a sacar la chequera y están dispuestos a formar un trabuco para 2009. Sus contrataciones, hasta el momento, tienen poco de mediáticas pero mucho de importancia.
Después de mucho tiempo, entendieron que es mejor tener buenos futbolistas que famosos futbolistas.
Y no es para menos, porque después de vivir el peor año de su historia y ser la burla nacional, las Águilas están decididas a ganar todos los partidos que disputen y, de ser posible, aplastar a sus rivales. Ha regresado la época en la cual el América intentará humillar a todos sus oponentes.
El chiste es asustar, meter miedo y ponerle el pie en el cuello a todos los que traten de ganarles un partido.
El más beneficiado y el más perjudicado con este insultante presupuesto se llama Ramón Díaz. Beneficiado porque será el entrenador con el plantel más abundante de la primera división y podrá tener dos equipos para enfrentar todos los partidos que le vengan.
Pero también se convierte en el más perjudicado porque, si no entrega resultados de manera inmediata, será removido de su cargo.
El Pelado está obligado a ganar el Interliga, pelear por la copa Libertadores y llevarse el torneo de liga. Los compromisos y las obligaciones son muy claros y Ramón debe entender que su puesto en este momento tiene fecha de caducidad. La primera prueba importante será en enero en diferentes ciudades de Estados Unidos y si el América no funciona todavía y nos quieren vender el cuento de que apenas están saliendo de la pretemporada, vendrá una gran presión porque la directiva crema no piensa esperar mucho tiempo a un técnico que ha cobrado mucho dinero y no hizo nada en sus primeros seis meses.
La verdad la conoce todo mundo: Ramón Díaz no quería venir al club América y cuando mantenía pláticas y negociaciones en Buenos Aires se dejó pedir cualquier cantidad de cosas para no venir a trabajar a México.
La gran sorpresa fue encontrarse con directivos que estaban tan desesperados que aceptaron todas las peticiones y a El Pelado no le quedó de otra que venir a inflar sus cuentas bancarias sin tener el mínimo compromiso profesional.
Durante las vacaciones, hace apenas unos días, el buen Ramón se fue a ofrecer a River Plate para no tener que regresar y después nos hizo creer que el nunca pretendió hacer nada chueco. Una de las cosas que más debe molestar del señor Díaz es que piensa que somos idiotas y que puede manipular las cosas a su favor.
El crédito de Ramón Díaz es limitado y está obligado a entregar buenos resultados desde el primer partido de enero. Le han montado un equipo para ganar y golear, para aplastar a sus rivales y no volver a vivir una crisis tan profunda como la de 2008. El América está decidido, cueste lo que cueste, a volver a meter miedo y si El Pelado no entra en la misma sintonía, muy pronto cumplirá con su fecha de caducidad.