jueves, 26 de febrero de 2009

Cuauhtémoc en Coapa

por Alejandro de la Rosa


La visita del último gran ídolo americanista a Coapa este miércoles fue lo que más interés despertó en medios de comunicación, aficionados y trabajadores del club.
Mientras, por allá, cerca del medio campo de la cancha 1, Jesús Ramírez repetía una y otra vez jugadas elaboradas de su gente de ofensiva. "Así no Reyna... recibo y toco, más rápido, más verticales, tenemos que hacer más daño y llegar más claros" exigía el nuevo timonel amarillo. Pero sólo atendían los implicados y nadie más. Incluso los jugadores que no estaban participando en el ejercicio, se acercaron a una de las bandas para platicar largo y tendido con un personaje en shorts, playera beige y con un poco de hielo en la rodilla derecha.
Todas las miradas puestas en él y es que se siente un ambiente distinto cuando Cuauhtémoc Blanco está en las instalaciones del América. Memo Ochoa y Fernando Ortíz no paraban de reír con las ingeniosas bromas del Temo, el guardameta gran amigo suyo y el defensa central compañero en Santos la liguilla pasada.
Blanco visitó a sus ex compañeros en Coapa (Mexsport)
Cuauhtémoc está haciendo rehabilitación de la rodilla derecha en Coapa, pero mientras, aprovecha para estar cerca del equipo, extraña el aroma y el ambiente del club, no desaprovecha la ocasión para taclear al buen Arturito, uno de los utileros, y todos agradecen la puntada con aplausos y risas. El buen Arturito, personaje conocido y querido en América, siempre fue su blanco favorito para cada broma que se le ocurrió durante los 11 años que estuvo con el primer equipo.
Es aquí cuando algo me brincó. Conste que no soy americanista, pero estaba muy tranquilo viendo el entrenamiento sin caer en cuenta, que tras varios meses de no sentirlo, este miércoles otra vez parecía estar en América, algo olía diferente, algo sucedía. Y sólo se trataba de la presencia de Cuauhtémoc, el fiel reflejo del americanismo, ni más ni menos. Trabajadores y jóvenes de fuerzas básicas desfilaron sin parar para tomarse la foto del recuerdo. ¡Qué capacidad de atracción tiene Blanco!
Lo que me parece increíble de esta historia, es que después de un año y nueve meses que Cuauhtémoc dejó al América, el equipo tiene figuras pero nadie ha logrado llenar ese hueco, ese americanismo tatuado, ese jugador amado y odiado. Y menos aún lo ha encontrado el equipo en la cancha, casi 2 años y el América no tiene un hombre talentoso, capaz de generar futbol con sólo un movimiento, capaz de desesperar al rival, burlarse, hacer goles y ser ovacionado. Qué sería del América si tuviera un Reinoso o un Cuauhtémoc, estaríamos hablando de otra cosa en esta época de vacas flacas para el club. Ochoa es el alma, Pável es el líder, Cabañas es la figura, pero nadie como el que se fue hace ya casi dos años. Aficionado americanista: ¿Cuánto darías porque volviera el gran ídolo?
Alguien me saluda y es cuando vuelvo al presente. Y veo que cada movimiento del Cuau es seguido por fotógrafos y camarógrafos. "Si habla el jorobado ya la hice, llevaría una buena nota" comenta por allá un reportero. Este miércoles no importa que no hablen Jesús Ramírez, Cabañas, Ordiales o Bauer. Pero a Cuauhtémoc todos lo necesitan sentado en la sala de conferencias.
Pero el último gran ídolo, fiel a su estilo, pasa de largo, sale por una puerta alterna y deja a todos como ha dejado a la afición americanista desde su partida, con el suspiro de lo que pudo haber sido.