miércoles, 11 de marzo de 2009

una crisis a la que no se le ve fin

Por Rafael Puente
Para El Universal

Deberíamos estar acostumbrados, pero por más que pasan los partidos, la irregularidad de nuestro futbol no deja de llamar la atención, más cuando equipos que lucen poderosos y goleadores una semana, a la siguiente no pueden siquiera obtener buen accionar.
Empezando por Chivas, un equipo que entre Liga y Libertadores pudo acumular 11 goles en dos partidos y en el mismo número de cotejos inmediatos no fue capaz de responder con una anotación a cambio de llevarse cuatro.
Ni qué decir de dos de los equipos más reforzados de este torneo.
Uno, Necaxa, armado para intentar sacarlo del fondo de la tabla porcentual, pero a la fecha, el cuadro hidrocálido no sólo no gana, sino que parece irremediablemente condenado a decender, si no sucede un milagro y empieza a sumar de tres.
El otro, de la misma empresa, es el América, un club que si bien es cierto fue planeado a capricho de un técnico que ya no está, conjunto, jugadores, que ni por asomo hacían pensar que hoy estaría en una situación tan comprometida y apretada.
Y es que, el mal funcionamiento y por consecuencia malos resultados, ha desembocado a un grado tal, que si hoy terminara el torneo, y por supuesto descendiera Necaxa a Primera A, América quedaría marcado en el penúltimo lugar de la tabla porcentual para enfrentar el Apertura 2009, sólo por encima de Indios de Ciudad Juárez y al parejo de los Tigres, otro conjunto que ha enseñado que el armado de un conjunto a golpe de chequera está muy lejos de ser lo más adecuado.

La situación en América es desesperada. La directiva anuncia reestructuraciones, castigos económicos para los jugadores, pero parece que nada funciona.
Lo único cierto es que de seguir la tendencia de resultados a la baja, el inicio del certamen de la segunda parte del año tendrá a un equipo en una posición que para muchos parecía inverosímil, ver al América peleando codo a codo con equipos que lucharán por la permanencia, contrario a lo que este equipo estaba acostumbrado.