Antes que nada, las Águilas deben ganar, sí o sí, los seis puntos en disputa que les quedan. Primero, visitarán el Tecnológico de Monterrey, donde deberán doblegar a unos Rayados que sólo han perdido un partido como locales en el presente certamen (1-2 ante Chivas).
Después, ya en la jornada final del campeonato, los azulcremas deberán dejar de lado su amor fraternal por el Necaxa, que requiere también los puntos para no descender, y derrotarlos. De otra forma no habrá Liguilla para los de Coapa. Una mala costumbre que ya es común en el América.
Pero eso no es todo. Deben esperan que los rivales de grupo que están por encima de ellos, Tecos, Chivas y Morelia, no hagan más puntos de los 23 que puede alcanzar como máximo el América. De Pumas ya ni se preocupan, pues es imposible que lleguen a las 25 unidades que ya tienen los universitarios.
Tecos tiene 21 puntos, y en caso de ganar un partido más se vuelve inalcanzable para América. Chivas tiene 20; si hace cuatro más las Águilas se van a su casa, y Morelia, que con sus 18 unidades, también está por arriba del América, por lo que no deberá hacer más de cinco puntos.
¿Otro punto en contra para las Águilas?, la diferencia de goles, es de lo peor. Los azulcremas tienen un paupérrimo –4, con respecto al +2 de la UAG y el +2 del Guadalajara, así que las Águilas no sólo requieren ganar y que sus rivales de grupo no lo hagan, sino además hacerlo por varios goles de diferencia o esperar que sus rivales sean goleados.
De forma indirecta Santos, del Grupo Uno, y Jaguares del Tres, también afectan a las Águilas, pues podrían pelearse entre ellos la posición de la tabla y meterse de rebote como octavos de la general.
Los Guerreros tienen 19 unidades y Jaguares 20, así que si Santos suma cuatro unidades más y/o Jaguares tres, se anulan por completo los sueños del equipo de Coapa, que ya vive con respirador artificial.
