martes, 14 de abril de 2009

Debutan en el Clásico técnicos novatos

Omar Arellano y Jesús Ramírez harán historia en torneos cortos.

El Clásico entre Guadalajara y América será una experiencia nueva para los técnicos de ambos equipos, pues no tienen ni cuatro meses de haber debutado en el Máximo Circuito y ya enfrentan la responsabilidad de poner en pie a dos equipos con una rivalidad añeja.
El pastor del Rebaño Sagrado, Omar Arellano, llega con sólo dos partidos de Liga en el banquillo, mientras que Jesús Ramírez se presentará con una experiencia de nueve encuentros.
En la historia de los torneos cortos no será la primera vez en que un técnico llegue al Clásico del futbol mexicano con menos de un año de haber debutado en la Primera División, pero ahora será una ocasión muy particular, pues los dos estrategas cumplen con esa condición.

Por parte del América, el único técnico que ha llegado con poca experiencia en el Máximo Circuito al Clásico fue Gonzalo Farfán, quien echó al Guadalajara dirigido por Ricardo Ferretti en los partidos de Cuartos de Final del Invierno 97 con marcador de 3-1 en el Estadio Jalisco y 1-0 en el Azteca.
El "Tuca" llevaba seis años dirigiendo, mientras que Farfán acababa de debutar como estratega en la Fecha 17, el 26 de octubre de 1997, relevando del cargo a Jorge Solari.
En el Guadalajara, los técnicos con escasa experiencia en Primera de cara a un Clásico han sido: Daniel Guzmán en el 2002, Eduardo de la Torre en el 2003, Benjamín Galindo en el 2004 y José Manuel de la Torre en el 2006.

El "Travieso" Guzmán perdió el Clásico frente a Mario Carrillo por 1-0, el "Yayo" de la Torre empató 1-1 teniendo enfrente a uno de los estrategas con más experiencia en el futbol mexicano, Manuel Lapuente.
Galindo empató 1-1 frente a Carrillo en su segunda época y el "Chepo" de la Torre se dio el lujo de darle un baile a un hombre como Luis Fernando Tena, que para entonces tenía ocho años de experiencia.
En el Apertura 2006, el "Chepo" no sólo ganó el Clásico en la Fase Regular por 2-0, sino que también echó al América en las Semifinales, asestándole una de las derrotas más dolorosas de los últimos tiempos a los azulcrema, pues los marginó de la Final que más tarde ganaría el chiverío.