martes, 19 de mayo de 2009

"América no puede vivir de su grandeza pasada": Michel Bauer

Por Fernando Schwartz.
Para ESTO


Michel Bauer, presidente del América, va de frente y sin concesiones. En una amplia charla con ESTO, externa el sentir por el fracaso de no haber llegado a la liguilla, el porcentaje que le acecha, el compromiso de los jugadores con las Águilas, y la continuidad para conseguir los objetivos.

Bauer es optimista pero firme. El pulso no le temblará para la toma de decisiones, porque este América debe resurgir y ya. No hay más tiempo:
"Haciendo un análisis del último torneo, evidentemente nuestra situación como local dejó mucho que desear. Ganar un partido en todo el torneo nos dejó fuera. En todo el año, más que el análisis, todo fue trabajar y cimentar, fundamentar todos los principios, compromisos, actitud, el compromiso de los jugadores con la institución. Trajimos jugadores de calidad, y esa conjunción nos permitirá dar ese brinco que vemos cada vez más cerca para volver a las liguillas".

CONTINUIDAD, BASE DEL ÉXITO
Apuesta por proyectos de continuidad, a corto y mediano plazo:
"La idea es la continuidad y la teníamos desde la etapa de Ramón. Se dieron situaciones que para la institución, más los resultados, ya no pudimos seguir. En el caso de Jesús, el balance es positivo en el término de porcentaje de ganados, empatados y perdidos, sobre un 45 por ciento, que es de los mejores en cuanto a los últimos entrenadores que hemos tenido".

Michel ratifica el apoyo para Chucho Ramírez: "El tiempo que Jesús ha tenido para trabajar y conocer a los jugadores, lo que representa el América, ahora tenemos que capitalizarlo. Hemos platicado mucho de lo que debe ser América, la idea futbolística que queremos. Tenemos el plantel y trabajamos en la conjunción del grupo, aunque los jugadores deberán poner algo más. Ellos han dejado cosas importantes, no todos, pero debe ser un esfuerzo parejo y de grupo, no de individualidades".

Al equipo le faltó entendimiento: "Yo diría no es que no fuera un grupo sólido, pero llegaron ocho nuevos jugadores y era difícil adaptarlos. Ellos se llevan bien entre sí, sólo que es buena la amistad fuera de la cancha, pero lo importante es la conjunción dentro del terreno de juego. Eso es lo que lleva tiempo y ha faltado que cada uno ponga sus cualidades al servicio del equipo".

A OLVIDAR EL PASADO, A VIVIR EL PRESENTE
Bauer no vive del pasado; quiere un presente mejor: "Creo que el América es el equipo más grande de México. Se lo ha ganado a través de los años, de los jugadores que han pasado por acá. Eso lo hemos perdido y no podemos vivir en un espejismo. Hay que quitarse las estrellas, ponerse el overol, luchar como cualquier otro equipo que quiere estar peleando el título por el esfuerzo de nosotros, y no por lo que fuimos en el pasado".

El América analiza quién cumplió y quién no: "Debemos de redondear aún el plantel porque hay jugadores que no estuvieron al nivel del América por situaciones diversas. Tenemos que acabar de refinar eso, debemos dar esos pasos, pero mover las menos fichas posibles, para que el conjunto se dé; conseguir una mística de cómo jugar y convencer a nuestros aficionados para estar en los lugares donde debe estar el equipo".

Hay un trabajo en la cantera que rinde frutos: "Yo creo que en estos últimos seis meses, las categorías inferiores dieron de qué hablar. Socio Águila, que andaba en posición de descender, anteriormente llegó a semifinales de Primera A. Perdimos frente a Veracruz. Segunda y Tercera pelean las finales. Así que hay generaciones que vienen empujando fuerte, con otros jugadores que ya están en el primer equipo. Es gente que trae esa mística, el entendimiento de lo que es esta camiseta".


EL AMERICANISMO, UN SENTIMIENTO
El americanismo es una mística y un sentimiento: "Desde chicos viven y palpan -además de sufrir y gozar- el americanismo. Los jóvenes deben llevar su tiempo de maduración y entender lo que es llegar a Primera División, sabiendo que el camino es largo. Debemos trabajar en su mentalidad para que aprovechen la oportunidad y se mantengan. Que estén arropados".

Hay de dónde echar mano, pero sin precipitaciones: "Vienen generaciones americanistas importantes. Hay jugadores que inmediatamente sienten ya los colores y que están compenetrados con la institución. El shock de venir aquí es fuerte y en seis meses apenas empiezan a asimilarlo. Debemos tener paciencia y cabeza fría en esos aspectos".

Bauer no oculta sus sentimientos en este año de sinsabores: "Estoy dolido. Me gustaría ver al América siempre en las finales, peleando y ganando campeonatos; es lo que esta institución se merece. Me quedó claro que por merecimiento y por portar la playera no se dan los resultados. Nadie regala nada y menos a nosotros. Lo más importantes es que los jugadores y nosotros entendamos que debemos ganar peleando y jugando. Al ver el escudo del América no ganaremos eso. Si no nos matamos en la cancha no ganaremos y los jugadores ya lo saben".

DEUDA CON LA AFICIÓN
Quiere responderle a la afición: "La gente se ha alejado con razón. Evidentemente le vas a tu equipo. No cambias, esperas que tu club esté en los primeros lugares, que tengas satisfacciones, aunque sabemos que se gana, se pierde, se empata. La gente está apoyando y esperanzada en poder salir de este bache, pero no ha sido fácil porque no hay varitas mágicas, ni traer está la solución en traer equis número de jugadores. Debemos tener un proyecto a largo plazo y por ahora vamos superando obstáculos. Cuando llegué estábamos en el 18, pasamos al 13 y ahora llegamos al octavo. Aunque no nos alcanzó para la liguilla, hay avances, pero debemos mejorar la propuesta futbolística, que es importante para el americanismo. Aquí no sólo hay que ganar, sino convencer".

América estará abajo -por vez primera en su historia-, en la porcentual: "Desgraciadamente, el torneo de 11 puntos nos deja mal parados. Haciendo dos muy buenos torneos, que pensamos realizar, eso se borrará para alejarnos de esa zona, aunque sólo con resultados lo conseguiremos".

El América ya no dudará en tomar acciones. Eso es evidente: "Claro que se harán modificaciones; el comportamiento y los objetivos son claves. El que se quiera sumar al proyecto será bienvenido, y el que no, lo vamos a restar. América está por encima de cualquier jugador, de cualquier actitud, lo que se tiene que demostrar en la cancha.
"Todos somos humanos y podemos equivocarnos. Cuando alguien lo acepta y sinceramente está para lo que debe, que sea bienvenido; mientras sume, eso es importante. La actitud debe estar en parámetros, en las políticas de un equipo, en ver lo que está permitido o no se perdió. Así entenderán a qué vienen. Si lo acatan, adelante, y si no, para que platiquemos".

REGLAS CLARAS PARA EL COMPROMISO
Y todo estará sobre la mesa: "Pondremos reglas claras, que los jugadores sepan sus responsabilidades, lo que se espera de ellos y el efecto cuando no se cumpla. Lo que sí se cumplirá cabalmente serán las penalizaciones; lo que ultimemos en general. Todo se hace transparente y ellos lo sabrán. Cuando algo suceda se enterarán a qué consecuencias se atienen, porque está hablado y advertido de primera mano".

Michel Bauer no baja la guardia y abre las alas: "Es un privilegio poder estar aquí. Las temporadas buenas o malas en el América siempre son buenas, en el buen sentido de la palabra. Estar en esta institución, defender los colores, estar aquí todos los días, no se paga con nada. Evidentemente, como parte del equipo lo que nos reclaman son los resultados y no tengo duda de que los lograremos. Ha sido difícil, pero con trabajo llegaremos a eso que vemos cercano; estamos convencidos de lo que queremos hacer. Toda la semana he hablado personalmente con cada jugador. Saben hoy más que nunca dónde están parados, y saben cómo pelear desde el comienzo hasta el final de la jornada".