lunes, 4 de mayo de 2009

Atuendo futbolero

Por Héctor Huerta
Para Informador.com.mx


“Si el hombre fracasa en conciliar la justicia y la libertad, fracasa en todo”. Albert Camus.

El tema de fondo es la multipropiedad antiética, antirreglamentaria, incorrecta, sospechosa por naturaleza. El tema de forma es si el América obsequiará los puntos para que el Necaxa se salve del descenso.

¿Es culpable Emilio Azcárraga por ser dueño del América, el Necaxa y el San Luis, o es culpable la Federación Mexicana de Futbol por permitirlo?

Si no estuviese reglamentado, todos coincidiríamos en que se trata de una laguna legal de la cual se aprovecha un dueño para tener más de un equipo. Pero si la ley existe, si la regla está marcada, si el estatuto lo contempla y los funcionarios responsables de velar porque se aplique la justicia deportiva no lo hacen, ¿entonces a quién tenemos que responsabilizar?

Por supuesto que los culpables son Justino Compeán y Decio de María, responsables directos de hacer cumplir sus propios reglas. El Estatuto General de la Federación Mexicana de Futbol vigente contempla con toda claridad la prohibición para que Azcárraga o Vergara o cualquier otro dueño de equipo tenga más de uno, a través de la figura de persona física o moral.

Dice el Artículo 5 del Estatuto actual:


“La Federación garantizará que sus clubes afiliados puedan tomar sus decisiones con independencia de cualquier entidad externa. Esta obligación será válida independientemente de la forma jurídica del club. Asimismo se asegurará que ninguna persona física o jurídica (compañías y sus filiales incluidas) controle más de un club si esto crea el riesgo de atentar contra la integridad del juego o de una competición”.


Claro, los funcionarios mejor pagados del país (entre Justino y Decio se llevan dos millones de pesos mensuales, según reportes extraoficiales del presupuesto de egresos de la propia FMF para el ejercicio 2009-2010) podrán alegar que como son entidades independientes (aunque sean del mismo dueño), ni Necaxa ni América ni San Luis ponen en riesgo la competencia ni atentan contra la integridad del juego.

Este asunto de la multipropiedad llegó a ser un escándalo en la Major League Soccer porque Philippe Anschutz llegó a ser dueño de cinco franquicias y hoy sólo tiene la del Galaxy de Los Ángeles luego de que vendió recientemente el Dynamo de Houston al ex boxeador Óscar de la Hoya.

Roman Abramovich es dueño del Chelsea, pero también del CSKA de Moscú, que son de dos países distintos. Situación similar es la de Jorge Vergara que es socio mayoritario de Chivas en México, Saprissa en Costa Rica y Chivas USA en Estados Unidos.


Por eso la FIFA ha hecho la puntual recomendación a la Federación Mexicana de Futbol de “regularizar” el asunto de la multipropiedad y pedirle a Emilio Azcárraga que venda a dos de sus tres equipos para que en la competencia no se preste a las sospechas ni sea caldo de cultivo para los mal pensados.

Como esta recomendación fue desatendida y el artículo 5 de los estatutos es letra muerta para los federativos, fue el propio futbol, la esencia y pureza del deporte, los que pusieron a la multipropiedad en el banquillo de los acusados.


La siguiente jornada, seguramente el América tendría que enterrar a un Necaxa que no ha ganado un solo partido como visitante en este torneo. Algunos alegarán que el América tampoco ha ganado ningún partido de local y que el resultado lógico sería el empate, con lo cual Necaxa tendría que esperar la derrota de Tigres ante Morelia en Monterrey para eludir el descenso.


Y si por esos milagros que tiene el futbol el Necaxa lograra salvarse, con el consecuente descenso de Tigres, ¿no sería ahora el momento adecuado para regularizar el asunto de la multipropiedad y pedirle a Azcárraga (o suplicarle, en el caso de Justino y Decio) que venda al Necaxa y al San Luis y se quede únicamente con su amado América?

Es el momento de que Azcárraga, Justino y Decio tomen una decisión en este aspecto en el que ya son muchos millones de ojos los que están observando cómo resuelven esta trampa que les puso el destino.

No podía haber peor desenlace que el enfrentamiento entre dos equipos de la multipropiedad, en el que uno de ellos en condición de lógica elemental tendría que sepultar al otro.

Vea usted las paradojas de la vida: lo que tanto han tardado en hacer los empleados de la FMF, lo hará el mismo futbol este fin de semana.