miércoles, 28 de octubre de 2009

Miercoles previo a jaguares

Jesús Ramírez comenzó la preparación de su equipo de cara a la Liguilla. América aún no está calificado, pero llegar a la Fiesta Grande parece un camino de trámite después de lo realizado hasta ahora en el torneo; por ello el estratega experto en "Aplicación Mental" decidió llevarse a su equipo a un exclusivo hotel en Cuernavaca para mentalizar al grupo y convencerlos de que al final del camino pueden levantar la Copa.

Desde la tarde del martes el cuadro de Coapa dejó sus instalaciones para recluirse en la Ciudad de la Eterna Primavera, ahí tuvo sesiones de video y charla de carácter motivacional. El miércoles desde muy temprano los jugadores comenzaron a hacer ejercicios físicos, sobre todo a correr por el circuito del hotel; aunque elementos como Aquivaldo Mosquera, extrañamente no estuvieron en la práctica matutina y sí nadando un poco en la alberca.
Armando Navarrete, acompañó en la piscina al defensa de las Águilas, debido a que el arquero se encuentra en proceso de rehabilitación tras su operación en la rodilla izquierda.
El equipo que abandonó la Ciudad de México para llenarse de calma y tranquilidad, no tuvo un día lleno de paz, pues sus seguidores miembros de
"Disturbio Cuernavaca" l
legaron en un camión para amenizar el entrenamiento.

Con toda la confianza del mundo se presentaron en la caseta de vigilancia del exclusivo hotel para pedir el acceso, pero se les fue negado, sin embargo, los seguidores de las Águilas no se quedaron con las ganas y comenzaron a cantar sus típicas canciones desde la entrada; pero desde ahí no podrían ver al equipo hasta que descubrieron el lugar perfecto para tener un contacto aunque sea lejano, así que desde una de las bardas del hotel comenzaron a cantarles y gritarles, hasta que Jesús Ramírez volteó y con una sonrisa y el dedo pulgar hacia arriba les hizo una señal de aprobación y agradecimiento.
La práctica del cuadro americanista terminó alrededor del medio día, con aplausos cerró su entrenamiento matutino y aunque los oriundos de Morelos estaban dispuestos a seguirlos a un campo de entrenamiento, donde se supondría haría un trabajo táctico, el equipo agarró sus maletas y a las 13:20 de la tarde abandonó Sumiya para regresar a Coapa y romper concentración; en menos de 24 horas, el equipo estaba de regreso en casa.