viernes, 6 de noviembre de 2009

Golpe de realidad

Apertura 2009
Jornada 15
unam 3-2 AMÉRICA
Estadio olímpico universitario
CREMAS: 10,000

Los 11 que iniciaron:
1. Guillermo Ochoa; 4. Oscar Rojas, 6. Juan Carlos Valenzuela, 36. Ricardo rojas, 15. Guillermo Cerda (24. Daniel Márquez 76´); 13. Pavel Pardo, 29. Jean Beausejour, 5. Adolfo Rosinei (Angel Reyna 70´), 21. Enrique Esqueda, 11. Daniel Montenegro (Israel Martínez 88´); 10. Salvador Cabañas.

GOLES:
Slavador cabañas. Al minuto 52 de tiro libre indirecto, la jugada fue iniciada por Pavel Pardo y al minuto 79

La llegada:
El club arribó al inmueble abordo de camionetas blindadas para el juego. Como ha sucedido desde hace varios años, la Directiva americanista optó por llegar en vehículos de menor tamaño con tal de reducir el riesgo de que los jugadores, Cuerpo Técnico y directivos fueran agredidos a su llegada y salida del lugar.
Fueron seis los vehículos blindados que se ocuparon este día para que las Águilas se trasladaran de su hotel de concentración al Sur de la ciudad y hasta el hogar de pumas, a donde llegaron poco antes de las 19:30 horas.


El Juego:
Sólo se puede destacar que el nombre del América sigue siendo un motivo para despertar pasión, reflejar la grandeza, un romance entre la hinchada y los jugadores y con el sólo nombre, puede llegar a lograr cosas importantes, pero cuando no existe un plus por jugar, una motivación extra de portar los colores del equipo, poco puede hacerse para lograr objetivos.

Simplemente se perdió por errores del tendón de aquiles americanista, la defensa resintió la ausencia de Aquivaldo Mosquera, dos ocasiones la misma jugada, para que el equipo sufriera de verdad en cu, en la segunda mitad si no es por Ochoa, se hablaría de un marcador m{as abultado. Aunque si sólo hay que poner en claro las situaciones, pumas se agranda contra América comprobado, jugaron su final y salvaron la temporada,

Pero es queda aparte, el punto es que el América no respondió a estas asperezas, que mínimo deberían conocerlas, el esfuerzo debe ser siempre al 200%, siempre se debe correr pelear, y estar concentrado sin excepción, 3 fallas marcaron el rumbo del partido, la primera dejar rematar a Verón sólo en el área, la segunda dejarlo hacerlo de nuevo, como niños de primaria que no aprendend e los errores.

Dos destellos de Cabañas nos dieron vida y vaya que demuestra la clase el Paraguayo, pero un tercer error es fatal, y Valenzuela lo cometió no hay más que hablar.

No se vio el hambre d etriunfo cuando ya se había logrado emparejar todo, Chucho no propuso y optó por realizar sus cambios como siempre: a destiempo y inexplicables.
Aún no peligra la liguilla, pero América cayó de nuevo en un hoyo, y no se ve salida, el duelo del domingo es imperante que sea un tirunfo para sumar de a tres, por ser rival de grupo, por la situación del grupo. De antemano la estadistica dicta que América estará en la liguilla, pero jugando así y aunque fuera campeón sería un equipo gris.

Reacciones:
Jesús Ramírez: "(El 3-2) Se deriva de una jugada que ni es falta, creo que hemos seguido teniendo fallas en la apreciación de las jugadas de los árbitros y así nos han perjudicado, no lo quiero poner como pretexto, pero creo que sí se han ido contra nosotros. Yo también quisiera pedir paz, porque sí han sido determinantes en algunos partidos, la decisiones arbitrales y terminan siendo fundamentales en el marcador.
"No sólo hablo por el partido de hoy, pero sí han sido algunas jugadas que ni siquiera las marcan, algunos penaltis que finalmente sí se reflejan en el marcador. No digo que fue un robo, simplemente que son apreciaciones que a mi gusto se deriva de una jugada donde ni hay falta, porque Esqueda golpea la pelota, marcó una falta y de ahí se deriva.
No, no creo, en ese partido (contra Tecos) la contundencia marcó la diferencia, fue un 5-0 y no hay ni comparación. El año pasado contra ellos nos marcaron un penalti que no era, entonces hay que medir igual. Perdimos el partido nosotros, es difícil cuando cometes errores pues así se complica ganar y a pesar de todo, creo que fue un partido muy parejo, la diferencia fueron las desatenciones que tuvimos; son todos esos aspectos en los que nos equivocamos y no hay de otra más que superar esto porque nos quedan dos partidos muy importantes y estoy pensando en la clasificación.
Pensamos que era la mejor opción con la alineación que arrancar de otra forma, quedo satisfecho. Al final, creo que el equipo mantuvo el orden, la única diferencia fueron los errores. La formación final fue para conseguir el triunfo y no se pudo.

Política y seguridad.
El operativo del encuentro fue supervisada hasta su conclusión por el Delegado en Coyoacán, Raúl Flores. Poco antes de que acabara el juego, el funcionario salió del inmueble para presenciar la evacuación de la gente americanista. Para desalojar a los seguidores del cuadro de Coapa dispusieron 15 autobuses de la RTP que se encargaron de trasladar gratuitamente a los aficionados a las inmediaciones del Estadio Azteca.
Mientras presenciaba la ejecución, el Delegado estrechó la mano de Isaías Reyes, coordinador de las porras americanistas, quien le agradeció el haberle puesto a su disposición los medios necesarios para que concluyera son contratiempos el juego.

La salida.
El error del Juan Carlos Valenzuela le costó demasiado al América. Entendieron que sus propios errores los habían sepultado. Por ello en cuanto Jorge Gasso pitó el final del partido, Guillermo Ochoa se acercó a Juan Carlos Valenzuela, un poco para pedirle alguna explicación, otro tanto para tratar de animarlo. El trayecto de portería a portería Ochoa lo ocupó para dialogar intensamente con su compañero, mientras en la cancha el resto del equipo quedó en shock porque no alcanzaban a comprender lo que había sucedido.
Montenegro entonces comenzó el trayecto rumbo al vestidor, el cual era fuertemente custodiado por la policía, en su camino escuchó algo que no le gustó, pero cuando se quiso regresar a desquitar su coraje, sus compañeros lo jalaron para seguir con su camino.
Al final el equipo salió como había llegado, en camionetas blindadas y con absoluto silencio. Los jugadores abordaron las siete camionetas y custodiados por las patrullas regresaron al hotel de concentración.