Dieciséis años después, Berny Ulloa, el árbitro costarricense que seguramente muchos americanistas recuerdan de mala manera por su actuación en la Semifinal entre Águilas y el Monterrey (le anuló tres goles a los de Coapa por fuera de lugar en la temporada 1992-1993 y el juego terminó 0-0; 1-0 en el global para Rayados), que siginificó el último encuentro de Liguilla entre ambas escuadras, acepta en entrevista telefónica con RÉCORD: "Me equivoqué, y creo que alguno de los goles fue bueno".
Zague, Martelotto y Pedro Pineda empujaron la pelota a la red, pero, en las tres acciones, el 'hombre de negro' invalidó las anotaciones, avalando la decisión del abanderado Francisco Sánchez Madrigal, de nacionalidad mexicana, al que también le pone su granito de culpa.
El América salió molesto porque no lograron su objetivo de calificar, lógicamente que se dieron algunas situaciones incómodas, pero siempre va a haber polémica cuando uno toma una decisión que no es la correcta en un equipo grande", recuerda Ulloa.
Querían mejorar
Pero la polémica había comenzado desde el juego de Ida, pues Rayados se había adelantado por la mínima diferencia gracias a un gol de Careca (Carlos Bianchezi), en aparente posición adelantada, que validó el central mexicano Miguel Ángel Salas (días después, un video de un aficionado demostró que la marcación fue buena).
"Allá en Monterrey fue un gol en fuera de lugar como de 10 metros", declara en la actualidad Cecilio de los Santos, ex defensor del América.
Las críticas de los de Coapa crecieron durante la semana, por lo que Edgardo Codesal, en aquel entonces presidente de la Comisión de Arbitraje, optó por traer mediante un intercambio a un silbante extranjero, que fue Ulloa.
"Aparentemente el América pidió un árbitro que no fuera de México. Recibí la invitación de Codesal como parte de un intercambio. Me di cuenta de que en el partido de Ida los dos equipos habían tenido problemas y en ese momento se decía allá que el arbitraje mexicano no estaba bien, pero siempre he creído que es uno de los mejores", asegura el tico.
A pesar de las adversidades, el ex árbitro de Costa Rica, quien incluso fue custodiado por los elementos de seguridad del Estadio Azteca luego de su irregular actuación aquel sábado 22 de mayo de 1993, revela que no se arrepiente de haber aceptado pitar el duelo de Liguilla.
"Tuve el gusto de ir, nunca lo pensé para decidirlo, pero fue un partido bastante duro, difícil, con algunas polémicas, aunque tratamos siempre de hacerlo lo mejor posible, con una óptica de honradez con las decisiones que tomamos"
