jueves, 13 de enero de 2011

Cabañas y la lección no aprendida

Hay un solo un pendiente, de acuerdo al abogado de Salvador Cabañas, para que el conflicto entre la directiva del América y la esposa del ex goleador, quede felizmente finiquitado. Un pendiente que no es de dinero, le aclaró a nuestro reportero Ricardo Magallán.

Así que si esto es verdad, en las próximas horas seremos testigos de cómo el diálogo y la buena fe de una directiva (que siempre se mostró más que solidaria con Salvador en su tragedia), imperó en un pleito que a través de leguleyos se encontraba tocando puntos muy desagradables para lograr la descalificación del adversario. Tan agresivos como eso de alegar la incapacidad mental de Cabañas.

Imagino que lo que sigue al arreglo de las sumas reclamadas debe de ser una consistente serie de actividades para que no nada más el América, sino colegas de él de otros equipos, agrupados en la Comisión del Jugador, aporten tiempo y esfuerzo para ayudar al hoy en desgracia.

Se lo merece Salvador Cabañas, quien se brindó a cabalidad tanto en Jaguares como en el América, los equipos en los que jugó en el futbol mexicano.

Pero este asunto, que pronto se convertirá en una anécdota, a lo que debe llevarnos es a una reflexión más profunda y a una toma de acción mucho más certera. Los futbolistas deben de articular un espíritu de gremio, como sucede en ligas mucho más profesionalizadas, y estar preparados para ayudarse de forma efectiva en caso de cualquier tragedia.

La Comisión del Jugador, una instancia apegada a la Federación Mexicana de Futbol, recibe el uno por ciento de las transacciones que cada año se reportan en el draft. Pero ninguno de los miembros de los planteles de Primera División, Liga de ascenso o de cualquier otra división, tienen la obligación de aportar cuotas mensuales o bimensuales o de ningún tipo. Esto es un gran error.

Por pura inteligencia deben empezar a actuar diferente.

twitter@rocampo