Añadió: “Fue así como le encargué a José María que atendiera todos los requerimientos y cuestiones particulares de Salvador, que muchas veces se presentan cuando el jugador se encuentra en el exterior y debe hacer trámites aquí en Paraguay”. Siguió diciendo: “Desde ese momento, José María atendió todos los asuntos particulares de Salvador, encargándome yo de las relaciones con el club y de su contrato de trabajo. Incluso recuerdo que me acerqué al Maño Ruiz, quien era el DT de la selección paraguaya, a quien le comente que Salvador estaba teniendo un desempeño en constante crecimiento en México y le pedí que observara su desempeño, para ver si le podía interesar su concurso para la selección”.
Indicó que luego se enteró de que González había intervenido en inversiones realizadas por Cabañas. “Viajé nuevamente a México, hablé con Salvador en presencia de su esposa, María Lorgia, a quien le manifesté mi interés de continuar como representante y así defender sus intereses ante los clubes; también les expresé que no estaba de acuerdo con las inversiones que había realizado sin mi conocimiento ni consentimiento, a través de José María. Les dije que para cualquier inversión que quisieran hacer con el dinero que ganaba en el América debían recurrir a personas especializadas que pudieran garantizar esas inversiones. Sin embargo, no hubo respuestas, por lo que terminó la relación profesional entre Cabañas y Mendoza”.