miércoles, 10 de agosto de 2011

Salvador Cabañas volvió a jugar en el Estadio Azteca; AMÉRICA empata 0-0 con Paraguay en el Homenaje a Cabañas

Partido Homenaje Salvador Cabañas
AMÉRICA 0-0 Paraguay
Estadio Azteca
México, D.F.




LOS 11 QUE INICIARON: Armando Navarrete (Alfonso González, 19), Juan Carlos Valenzuela, Erick Pimentel, Oscar Rojas (Miguel Layún, 19), Renato González, Adolfo Rosinei (George Corral, 19), Ademar Rodríguez, Daniel Montenegro (Isaac Acuña, 19), Vicente Matias Vuoso (Daniel Márquez, 19), Vicente Sánchez, Salvador Cabañas (Juan Carlos Medina, 9). DT Carlos Reinoso.




LOS 11 RIVALES:
Joel Silva, Carlos Bonet, Paulo Da Silva, Nery Bareiro, Miguel Zamúdio, Enrique Vera, Víctor Caceres, Jorge Mendoza, Marcelo Estigarribia, Edgar Benítez y Oscar Cardozo DT. Francisco Arce.




EL JUEGO:
Emotiva ceremonia de homenaje se vivió en el Estadio Azteca, previo al partido entre América y Paraguay, pues en el centro de la cancha un sacerdote realizó una bendición para Salvador Cabañas, para dar gracias por su recuperación.




Los integrantes de las Águilas y Paraguay salieron al terreno de juego ataviados con una playera blanca con el número 10 y al frente con el rostro del "Mariscal" con la palabra guaraní "ipora", que fue la primera que dijo el ex delantero de los azulcrema cuando despertó en el Hospital y significa "estoy bien".




Mientras escuchaban las palabras del sacerdote, todos hicieron un círculo y posteriormente el entregaron una playera de la Selección de Paraguay enmarcada.
El defensa Paulo da Silva fue el encargado de dársela, mientras que por parte del América Armando Navarrete le dio un póster con la leyenda "Grandeza es no dejarse vencer por nada", así como un reconocimiento.





Lo acompañaron su esposa María Alonso y sus hijos Mia y Santiago. En las pantallas del Estadio se revivieron sus mejores goles y sus años dorados con el América y el seleccionado guaraní, haciendo que las lágrimas afloraran en más de uno de los integrantes de las Águilas.




En cuanto sonó el silbatazo, Cabañas se plantó en el centro de la cancha, con el "10" en los dorsales y muy cerca del área, como en los viejos tiempos, dando un par de pases, acompañando a Vicente Sánchez y Daniel Montenegro en el eje del ataque.




El "Mariscal" jugó 9 minutos y después fue relevado por Juan Carlos Medina.
Al medio tiempo dio la vuelta olímpica, caminando y agradeciendo el aplauso de los casi 24 mil aficionados que se dieron cita en el Coloso de Santa Úrsula.




Para el complemento, Cabañas jugó con la Albirroja, utilizando el "10" en sus dorsales. Jugó casi 11 minutos para luego ser relevado por Robin Ramírez. Así se fue Cabañas, en medio de aplausos, en el estadio donde vivió sus mayores éxitos como jugador del América y con el aplauso de la gente que lo tiene presente como un emblema azulcrema.




El conjunto de suplentes que mandó Carlos Reinoso a la cancha lució mejor que los titulares, abriendo juego, inquietando al conjunto sudamericano con un disparo de Isaac Acuña que no pudo abrir el valió marcador, pero mostrando más orden y soltura.





El partido resultó poco atractivo para la afición por la escasas de futbol, pero en cuanto a emotividad nadie se pudo quejar pues pudieron ver por última vez a uno de los jugadores que dejaron huella con el América.




REACCIONES:
Matías Vuoso: "Nos contábamos chistes, tratábamos de hacer más llevadero todo contándonos cosas. Se acordaba de cuando jugaba en Jaguares y me contó del gol que le hizo a Cristian Lucchetti de media cancha. También nos reíamos del día que le hizo su primer gol a Cruz Azul (jugando con América) y le dije que lo hizo porque yo me había lesionado en el calentamiento y ya no pude entrar.



Daniel Gastón Montenegro: "Él siempre tiene su humor raro. Le decíamos que la jugada más peligrosa había sido la de él, en la que casi mete el gol en el ángulo y que si la metía ahí entonces nos teníamos que ir todos, él nada más se reía"



Carlos Reinoso: "'Chava' y yo venimos del mismo equipo de Chile, el Audax Italiano, y hemos tenido una relación de respeto, cariño y admiración. Siempre dije que mi ídolo era Cabañas jugando en el América".



Paulo Da Silva: "Lo más importante es que estaba feliz porque cumplió con su objetivo de jugar con la Selección y con el América, dos equipos con los que ha pasado momentos muy lindos y estamos agradecidos por formar parte de esto".