Ahora, ¿habrá éxito inmediato en el América? No, se ve muy complejo que quien llegue a la presidencia pueda establecer un rumbo exprés a la consecución del título el siguiente torneo. No existe un proyecto claro porque simplemente no existe ni quién los dirija. No hay magia en el futbol. Es más, si empiezan a reciclar directivos como acostumbran fracasarán de nuevo, si confían en entrenadores como Hugo Sánchez o Javier Aguirre también será un rotundo fiasco. El América necesita a profesionales de este deporte, no amigos del dueño y mucho menos a quienes se enarbolan en la bandera amarilla. Necesita disciplina en sus futbolistas y salarios base que suban dependiendo de objetivos cumplidos, no hacerlos millonarios por el simple hecho de firmar su contrato. Emilio Azcárraga debe olvidarse del pasado reciente, pero no entrar en desesperación para encontrar a los personajes idóneos para manejar a su equipo. Es una nueva era que de hacerla correctamente podremos ver el renacer de un equipo que nunca debió morir y que hoy está enterrado en la mediocridad absoluta.
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