No hay en la mente de ningún seguidor del América pensamiento de cierre digno de torneo si mañana le gana a Cruz Azul. Esta es la versión más mediocre, del más mínimo nivel competitivo y de peor entrega en el campo de la historia del América. Lo que deshizo Carlos Reinoso se trasladó hasta el final de un torneo que de no hacer cambios inmediatos en su estructura continuará sumando meses de miseria.
Futbolistas, cuerpo técnico y directiva fracasaron rotundamente, pero también cuando empiecen a negociar a muchos de sus jugadores perderán millones de dólares porque están devaluados. Pocos se salvan y se quedarán, los jóvenes y quizá Christian Benítez.
¿Cuánto costó Vicente Sánchez y en cuánto lo podrán colocar? Mismo caso de Vuoso, Mosquera, Rosinei, Valenzuela, Layún y compañía. Desde el presidente hasta el utilero han bajado su cotización para colocarse pronto en un nuevo club, a menos que se desplacen a Necaxa o San Luis.
América debe pensar en una reestructura inmediata para olvidarse de personajes oscuros que sólo tratan de colocar futbolistas por negocio. De técnicos charlatanes que viven de la demagogia y de jugadores que nada más ven al escudo con signo de pesos. Deben visualizar que el futuro inmediato debe ser exitoso y seguir modelos probados para encarar el futuro.
La vergüenza del actual americanista es real, están hartos de su equipo y de ser el hazmerreír del futbol mexicano. En la tabla de porcentaje no tienen problema, pero de no reaccionar y seguir con actitudes soberbias, sin autocrítica, pronto podrían verse en problemas de descenso.
Lo mejor que le puede pasar al América es que el sábado pierda con Cruz Azul y no tratar de disfrazar el fracaso con que le ganó a uno de sus rivales extremos. Lo mejor que le puede pasar es que ya se acabe este torneo mal planificado. Lo mejor que le puede pasar al América es que los que hoy están, el lunes recojan sus pertenencias y dejen vía libre a quienes sí saben de futbol.
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