martes, 18 de septiembre de 2012

Miloc sobre Mario Carrillo.

La afición de Pumas no quiere a Mario Carrillo en el timón de su equipo, su pasado americanista pareciera ser motivo por el cual es rechazado, pero el ex técnico uruguayo, Carlos Miloc, asevera a Medio Tiempo que esas son “estupideces”, pues existen otras razones.
Miloc conoce bien a Carrillo desde hace muchos años. "El Tanque" lo dirigió en Tigres de 1977 a 1979, incluso fue el ex estratega quien lo ayudó a poder estudiar Odontología en la UANL, carrera que terminaría en la UNAM.


En ese entonces como jugador, Mario era muy diferente en su forma de ser y pensar a lo que ahora es como técnico; por eso, para Miloc, Carrillo es el culpable de que la afición de Pumas no lo quiera, pues dice está pagando con desprecios sus desplantes y el haberse convertido en un personaje que se deja llevar por "brujas" que le aconsejan qué hacer en su trabajo. “Sí, él (Carrillo) fue americanista, yo no sé si es malo o buen entrenador, no lo sé, ni me importa, pero él con sus desplantes se ha cargado una aureola, porque en algunos equipos hablaba de los horóscopos, hablaba de su consejera espiritual, hablaba de una bruja que tenía, él fomentó eso (el desprecio) y ahora lo está pagando, él ha sido culpable (del rechazo). Ha creado una personalidad, es parte de lo que él pensó o que lo aconsejaron de que de esa manera iba a ser distinto, lo que pasa es que el tiempo te pone en tu lugar y te la cobra, él fue causante de todos estos problemas que va a enfrentar, porque él un día dijo que en Pumas eran unos chiquititos correlones que no tenían sistema y que no sabían a que jugaban, de esto hace menos de un año, y míralo ahora”, dijo.
Sin embargo, los aficionados de la UNAM podrían estar tranquilos, ya que a consideración del "Tanque" Miloc, Carrillo no tiene mucho futuro en ese banquillo; y es que considera al Vicepresidente Deportivo de Pumas, Alberto García Aspe, un “zopilote” que no tardará en clavarle el puñal al "Capello" mexicano, así como lo hizo con Joaquín del Olmo. “Todo aparenta que no va a terminar bien, primero porque está Aspe que es un farsante, porque si hubiera tenido vergüenza, se tenía que haber ido con Del Olmo, porque él negoció su contrato para traerlo a Pumas y a los cinco partidos se lavó las manos y fue a buscar a Carrillo, por eso Aspe es un zopilote, para hacer sus caprichitos”. 

Miloc manifestó que su deseo para Carrillo no es negativo, quisiera que le fuera bien con Pumas, pero no puede ocultar que ve a su ex jugador sentado en un barril de pólvora, donde los jugadores hasta ya saben que perdiendo dos partidos más, García Aspe lo va a cesar. “No estará tranquilo (Carrillo), porque el día que gane un partido, se van a callar la boca, pero al otro que pierda, otra vez la misma, está en un camino como esos magos que caminan encima del fuego, es muy difícil que llegue a feliz término, para mí ojalá que le vaya bien, pero está sentado en un barril de pólvora. Hoy me entero que el Presidente y Aspe lo apartaron en el entrenamiento, que estuvieron más de una hora hablando con él, ¿no lo pudieron hacer en otra parte, en un restaurante?, ahora la gente piensa que fueron a regañarlo, los jugadores lo vieron con el zopilote de Aspe y piensan ‘si perdemos dos partidos se va'... el zopilote mayor, que es Aspe, tiene para meterle un puñal y meter otro cuate de él, así es la vida”, señaló.

Miloc reiteró que el pasado americanista no es lo que hace desprecien a Carrillo, y puso de ejemplo su trayectoria y la de Tomás Boy. “Dirigí en Guadalajara y después dirigí al América, a mí nunca me dijeron ‘en América no, porque dirigió en Guadalajara’; por ejemplo, Tomás Boy fue ídolo en Tigres y nadie le achacó que dirigió en Monterrey, ¿alguien le reclamó a Tomás?, esta ciudad (Monterrey) dio el ejemplo". 

-Usted lo conoció como jugador, ¿en ese entonces también hacía desplantes y creía en brujas? – “No era así, era diferente… él un día me dijo que quería ser odontólogo, yo le hable al Rector, al señor Todd, ‘Doctor hay un muchacho que quiere empezar su carrera de odontólogo y me dijo que de cualquier facultad podía conseguirme, menos de esa, porque esa carrera era muy seria y no estaba para el futbol, y estaba seguro Todd que el director de esa facultad no lo iba a aceptar.
“Un día, en el aeropuerto un señor viene caminando, me saluda y pensé que era un aficionado, y me dice ‘me he enterado que hay un muchacho que quiere entrar a la facultad de Odontología’, y le dije que sí, que Mario Carrillo; Mario fue como oyente, ese señor que me había topado era el Director y le dio oportunidad; ya después Mario se fue y le dicen ‘el doctor Carrillo’, porque se recibió en la Universidad donde ahora dirige”, finalizó Miloc recordando la anécdota.