martes, 28 de mayo de 2013

¿Un América por la conquista de América?

Por David Failteson para ESPN.

Los retos domésticos se cumplieron ya: el América conquisto su undécimo título del futbol mexicano y lo hizo de una forma muy especial. Hoy se habla de un equipo que se convierta en dinastía, de retener jugadores importantes y hasta de buscar el bi-campeonato. ¿No será el momento propicio de apostar por la trascendencia internacional que tanto anhelan los clubes mexicanos? ¿La Copa Libertadores estará en la mira de las Águilas? Como siempre, en un club grande y poderoso, que tiene detrás una influyente empresa de telecomunicaciones, los intereses también juegan en la cancha...




CIUDAD DE MÉXICO .- Lo hizo todo en la misma delirante noche del Azteca: Puso orden "en casa", cumplió con su "undécimo mandamiento", venció a uno de sus rivales clásicos, emparejó a las Chivas en campeonatos y hasta despertó un viejo ímpetu del americanismo que muchos pensaban se había extinguido para siempre. ¿Es tiempo de buscar nuevos retos?

Miguel Herrera esboza una sonrisa nerviosa cuando se le pregunta si este "bravo y enjundioso" América tiene la suficiente fortaleza para convertirse en un equipo de época en el futbol mexicano. "Los tiempos han cambiado en el futbol mexicano", dice "El Piojo". "Ahora hay muchos equipos con poder adquisitivo y la Liga es muy pareja y competitiva".

El primero reto para el nuevo campeón del futbol mexicano llego justamente desde la boca de su apasionado y frenético dueño: "Vamos por el bi-campeonato", grito el empresario Emilio Azcárraga en medio de las eufóricas celebraciones. Pero uno pensaría que la "grandeza" institucional del América le llevaría a buscar otra clase de desafíos, de premios, de gloria, un nivel al que algunos equipos mexicanos (incluyendo el América) se han acercado en los últimos años pero que jamás han logrado concretar: la Copa Libertadores de América.


Una vez cumplidos sus compromisos domésticos, una vez resueltas sus carencias en casa, el América es uno de los pocos clubes que podrían darse el lujo de invertir en un plantel lo suficientemente profundo para buscar la trascendencia internacional. ¿Lo hará? ¿Tendrá la disposición y las ganas de hacerlo?
Independientemente de que Ricardo Peláez, el presidente deportivo, haya anunciado que se sentaran a platicar con "Chucho" Benitez, el goleador y el hombre más importante del plantel actual para tratar de que se mantenga con el equipo y más allá de que las negociaciones con el también ecuatoriano Jefferson Montero (según Jon de Luisa, el otro presidente del equipo) están muy avanzadas, el América necesita de "una orden" ejecutiva que le indique que la Copa Libertadores será su prioridad en los próximos meses. Algo similar a lo que hizo el limitado Tijuana una vez que consiguió, apenas en diciembre, el título del futbol mexicano.

El problema es que con una empresa de telecomunicaciones como a la que pertenece el América siempre hay intereses de orden comercial que se mezclan o que interfieren con los planes deportivos. No hay que olvidar que la Libertadores es un negocio de televisión ajeno a los intereses de la empresa. Invertir en un gran equipo para que otros se beneficien del "raiting" y de las ventas no supone ser una buena idea.

Los clubes mexicanos no pueden vivir eternamente de la competencia doméstica. Mucho menos un club grande como el América que supone está abierto siempre a nuevos y desafiantes retos. La mejor manera de hacerlo es invertir, planear y soñar con un equipo poderoso que se lance a la conquista de "nuevas tierras" y también de nuevas emociones.