jueves, 6 de junio de 2013

América se empalaga de sangre de Chivas

Por Rafa Ramos para ESPN. 

PANAMÁ -- "La sangre de mi víctima es más dulce incluso que la de mi propia victoria": Spartacus.

Así se marcan los contrastes dramáticos. Si hay algo que criticarle al América tras su título número once, es su pusilánime piedad con el Guadalajara.
Más allá de la genuinidad de la frase de la Serie Spartacus, es claro que las Águilas tenían para hacer birria del chivo caído.
Y perdonaron. Y eso, quede claro para el americanismo, no encaja, no rima, no es empático con el antipático rito de "Ódiame más".
¿Cómo odiar más al América si perdió la saña para hacer mofa de su histórico y magnífico adversario?
No sólo alcanza a Chivas en títulos ganados, aunque es cierto, el Prode 85 "no es un torneo oficial", dicho por el entonces presidente de la FMF, Rafael del Castillo, un doctorado en Derecho en la época de mayores chuecuras y truculencias en el organismo. "Este es un torneo de relleno".
Pero más allá de igualarlo en 11, sobrevolando el horizonte, América ve a la chiva mal herida, y le despierta compasión, lástima, que son sentimientos impensables en alguien que promulga desde el púlpito de los antihéroes: "Ódiame más".
Porque el Guadalajara se sintió humillado. Y evidentemente, tal vez en el acto de mayor manifestación chiva de su historia al frente del equipo, Jorge Vergara reacciona cuando se siente vejado, sobajado y ninguneado.
Por eso abrió la boca de su monedero de manera desmesurada e incongruente. Y por eso compró a Aldo de Nigris.
La gran duda es si lo compró porque en su equipo están convencidos que es la solución, o simplemente fue un efecto mediático para adormecer, para anestesiar, para narcotizar a las huestes en rebelión del ejército chiva, que le urge, le implora, le incita a que venda el Rebaño a Carlos Slim.
Ojo, Slim tiene unas monedas más de cambio en su bolsillo que Jorge Vergara, algunas cuantas que se cuentan por billones, pero eso que sea más rico, no significa que pueda ser menos peor que Vergara.
Por eso, habrá que ver si Néstor Vidrio y Aldo de Nigris, como agregados clave al equipo, alcanzan para sostener una columna vertebral torcida, bífida, debido a contrataciones extremadamente torpes.
¿Aceptará algún equipo como moneda de cambio a Sabah para que llegue otro refuerzo al Guadalajara? ¿Será un enganche generoso para firmar por ejemplo a Ángel Reyna, al Gullit Peña o a Luis Montes? Vergara quiere encontrar a uno más tonto o menos inteligente que él, para cambiar pasado (Sabah) por presente (Reyna) o futuro (Peña y Montes).
La reacción de Vergara, me atrevo a deducirlo, de llevar a De Nigris, no es, necesaria o única o primordialmente, una jugada estrictamente deportiva, sino una reacción visceral, enconada, desesperada y emergente, ante el título de las Águilas.
Porque así como Spartacus asegura que "La sangre de mi víctima es más dulce incluso que la de mi propia victoria", en Chivas se vive de manera inversamente proporcional.
Es decir, más que las llagas y pústulas acumuladas por Chivas con fracasos reiterados, todos de origen directriz, le debe doler más el estado de éxtasis de su enconado adversario.
Los movimientos de Chivas y Vergara no son estrictamente de ajedrecista ni de proyectos a largo plazo.
Seamos claros: la misión primordial, inmediata, prioritaria, inaplazable en Chivas, es recuperar la aureola de máximo ganador de títulos.
La pregunta obliga a sobre si la llegada de De Nigris coloca a Chivas más cerca del título 12 que lo que ya parecen estar las Águilas del América.
¿Quién está más cerca de poner al Doceavo Apóstol de Plata en las vitrinas de su club?
¿Y Usted a quién ve más cerca de dominar el escenario del futbol mexicano, de dar el paso adelante, de romper ese empate?
¿Apuesta Usted por el América con el proyecto Peláez-Piojo o por Chivas sin proyecto con Te Kloese-Galindo?