Eder Dos Santos Ramírez nació el 02 de Enero de 1984, en la ciudad de Monterrey, Nuevo León.
Hijo de Liliana Ramírez y “Zizinho”, quien fuera jugador del Club América, así como estrella del equipo de fútbol rápido denominado “La Raza”.
Es el mayor de tres hijos. Sus hermanos Giovani y Jonathan se desempeñan también como futbolistas, el primero de ellos en la Primera División del Club Barcelona, y Jona, el más pequeño, en la División “Juvenil A” del Club Barcelona.
Actualmente, Eder radica en la Ciudad de México y juega para el Club de Fútbol Socio Águila (filial del América), perteneciente a la Primera División “A” de México.
Para Eder “es un orgullo” jugar con las águilas “porque soy fan desde chiquito. Influyó que en el América jugara mi padre. Firmé por un año y espero no desaprovechar esta oportunidad”. En Barcelona estuvo entrenando con el juvenil B, pero no se pudo quedar al ser jugador extranjero. “Claro que me hubiera gustado quedarme en el Barça junto a mis hermanos, pero las circunstancias no me favorecieron. Llegué demasiado tarde, con 17 años, y se me complicó al no tener el pasaporte comunitario”. Eder admitió que es un poco duro llevar el apellido Dos Santos a cuestas. “Es un peso, eso es evidente. No quiero que me reconozcan por eso o por ser el hermano de Giovani, quiero ser yo mismo. Mis papás siempre nos han enseñado a ser humildes y a no presumir del apellido”.
El sueño de Giovani, Jonathan y Eder es jugar juntos en un equipo “y como en el Barça para mí va ser difícil, ojala nos llegara la oportunidad de hacerlo con la selección mexicana. Gio ya ha debutado con México, ahora nos hace falta hacerlo a mí y a mi hermano pequeño”.
Hace unos días, fue un día feliz para Francisco Dos Santos y Liliana Ramírez, pues recibieron la noticia del debut, al fin, de su hijo Eder en Socio Águila, en el choque ante los Académicos de Tonalá, que los de Zapopan vencieron tres goles por uno. Un juego efectuado en la cancha del Estadio Revolución Mexicana que dio la calificación para la Liguilla al filial de Atlas.
El mayor de la dinastía de futbolistas de la familia Dos Santos jugó sus primeros 30 minutos con la playera crema y se mostraba muy contento. Una lesión le ha mantenido inactivo durante gran parte del Apertura 2007 en la Primera “A” y hasta el domingo sin poder vestirse de corto con el segundo equipo de Las Águilas.