El nuevo entrenador del América es pretencioso, polémico, ganador y muy astuto para el manejo de medios.
Diario Deportivo Ovaciones Miércoles 2 de Julio 2008
Especial por: Edgar Valero Berrospe
Especial por: Edgar Valero Berrospe
Ni mandado a hacer. Ramón es un entrenador "mediático" y llega a un club ídem. Además, sus equipos, no siempre brillantes en el campo de juego, tienen una virtud que le viene precisa al "nuevo" América: la entrega total.
Y si las águilas son desde su esencia, un equipo impregnado de soberbia y vanidad, "El Pelado" cuenta con ambos requisitos intrínsecamente asimilados. Sin falsas poses, aúnque con maneras simpáticas, derrochando frases casi célebres y ocurrencias innovadoras, deja ver en algunas declaraciones su antipática naturaleza interna.
Por eso no tiene empacho, ni se sonroja para decir apenas al pisar territorio mexicano que la directiva del América ha comenzado muy bien la reingeniería del equipo al haberlo contratado a él y a sus allegados.
Y es que hasta en la Argentina, donde el ego per cápita es elevado, RamónDíaz se destaca por encima del resto. Pero que nadie se confunda. A diferencia de varios de sus compatriotas, Ramón Díaz está lejos de ser fanfarrón pretencioso que vende humo. No, ex estratega riverplatense y cuervo, sus logros como Dt le dan la razón y validan la mayoría de sus polémicas declaraciones.
Se trata de un tipo polémico, controversial y sin duda ganador, al que le gusta ser siempre el guapo del cuento. Su trayectoria, tanto como jugador como técnico, deja ver que a Ramón no le gusta pasar inadvertido, que sus palabras y poses son una constante búsqueda por ser el centro de las miradas, que le encanta que sus palabras sean escuchadas por todos y que sabe qué decirle a la gente, y como decírselo, para ganársela a conciencia. Por eso es amado por una mayoría de los aficionados de River, que anhelan un nuevo regreso; por eso, pese a que se fue mal de San Lorenzo, muchos seguidores de ese equipo aún lo idolatran.
Y es que es muy astuto en el manejo de la prensa, a la que suele utilizar a su antojo, y a la que entiende como un instrumento indispensable para que su imagen y sus conceptos sepan llegar no sólo a la afición, sino a directivos, rivales y hasta a sus propios jugadores.
El periodista Alejandro caravario, en ESPN, define las virtudes y los defectos más conocidos del "Pelado", un hombre muy astuto para ponerle picante y sabor a la comida aún más insipida. ¿Qué ofrece Ranmón? "Bueno ojo para elegir jugadores y presentar un equipo competitivo... además su inigualable aporte al show, al mercado de la provocación y la chicana como estimulante deportivo. Ramón sabe llamar la atención, agigantar hechos menores, equipos menores, seducir, sacudir con buen humor los protocolos de una actividad en la que todos siguen un libreto hasta para saludar. Ramón se gana la simpatía incluso de los adversarios.
Y tiene plena noción de sus límites. Las frases de final abrupto y diversas lecturas, las alusiones y aforismos, las muletillas producen el efecto del golpe certero y, a la vez, le evitan extenderse en análisis demasiado arduos". Pero no todas son bondades, como escribió Caravario: "A Díaz le da sólo para acomodar razonablemente las piezas y garantizar el sostén del público, no para multiplicar panes y peces. De hecho, sus declaraciones, siempre optimistas, rescatan valores anímicos de sus dirigidos antes que el argumentod e un partido y los detalles técnicos. Aunque esos elogios no alcanzan para encolumnar a los jugadores como lo haría un líder con verdadero arraigo".
Suele recurrir a la menor provocación a la palabra "huevos" para explicar los mértios que le permitieron obtener victorias opacas o poco espectaculares. Y ese elemento ha sido mucho más crucial en sus éxitos que el diseño táctico de un partido o el conocimiento certero del rival.
Hay pues, dos Ramones, y ambos quedaron exhibidos en su corto trabajo al mando de San Lorenzo. El inicio de su gestión fue espectacular, pues con un plantel discreto y algunas incorporaciones aparentemente poco relevantes ("El Lobo" Ledesma y "La Gata" Fernández), consiguió el campeonato, primero para el equipo de almagro desde 2001 y subió la cotización de varios de sus elementos como Ezequiel Lavezzi, Agustín Orión, Osmar Ferreira y Diego Rivero.
Pero ese éxito inicial el ayudó a entusiasmar a la directiva del equipo y a algunos adinerados empresarios cercanos al mismo para abrir la chequera y armar un "trabuco" en pos de un objetivo mayor: conquistar la Copa Libertadores, además de que con la copa en la mano, "el riojano" exigió la contratación de sus dos hijos, Michael y Emiliano, cuyas lelgadas fueron defendidas con una opinión a todas luces más paternal que futbolística: "Los trajimos porque tienen buenas posibilidades. Lo evaluamos con el presdiente. Tuvieron muy buena experiencia en categorias muy duras y nos pueden ayudar".
Los meritos futbolísticos de Emiliano y Michael Díaz, hijos del técnico son muy escasosm casi inexistentes. Emiliano, a quien si padre hizo jugar su único partido en Primera División, en river en la última fecha del Clausura 2002, es volante y pasó por Platense de la Nacional B; Michael,lateral por esa banda, actuó en San Telmo, equipo que tampoco militó en el máximo circuito.
Más de 10 millones de dólares (cifra exageradísima para el fútbol argentino) ayudaron al "Pleado" a repatriar a la Argentina a tres jugadores que estaban en Europa con cierto cartel: Diego Placente, Gonzalo Bergessio y sobre todo Andrés DÁlessandro. Con ello se pensaba que "los cuervos", que con mucho menos habían sido campeones, robarían en la liga o podrían darle a la institución la copa que les hace falta: la Libertadores; no ocurrió ni una cosa ni la otra, y para peor, la estancia del entrenador se hizo insostenible al deteriorarse de manera fulminante la relación del DT con varios de sus dirigidos, con los cuales, se dice que durante varias semanas, ni siquiera intercambio palabra, y todo por el cochino dinero. Ramón Díaz se puso a discutir sobre la inclusión de sus auxiliares para la repartición de un premio extra que el presentador de Tv argentino Marcelo Tinelli, el hincha más popular del club, les había prometido a cada jugador por la obtención de la Copa Libertadores. La charla se alargó y subió de tono durante la noche previa al juego en el que San Lorenzo fue eliminado en los cuartos de final del magno torneo de clubes en el continente.
Otra cosa, al revisar su trayectoria, resulta indiscutible. Ramón no es un hombre que sepa armar grupos duraderos y estar largas etapas al mando de un equipo. Es más propenso a impactar de manera instantánea que ha generar proyectos a largo plazo, y si en River Plate, en su primera etapa estuvo varios años se debió a una seguidilla de éxitos derivadors del regreso a la Argentina del grandioso Enzo Francescoli, quien estaba muy bien acompañado por jugadores como Marcelo Gallardo, Juan Pablo Sorin, Marcelo Salas, Hernán Crespo, Roberto Monserrat, Sergio Berti y Hernán Díaz, entre otros.
Algunos de sus ex jugadores, qué evidentemente no era uno de sus "incondicionales" a los que suele llevar siempre a sus equipos, afirma que el problema del "Pelado" es su excesivo protagonismo, el cual a veces comete el pecado de olvidar que los partidos los ganan o pierden los jguadores y que su sola presencia no es la única responsable de que las cosas marchen bien.
Por eso, muchos creen que Díaz será capaz de conducir al éxito o al fracaso al América en cuestión de meses, y que su sonrisa picaresca, sus palabras egocéntricas y sus hijos no perdurarán en tierras mexicanas, aunque también es cierto que los campeonatos vacunan contra la impaciencia y nutren de tolerancia hasta el banquillo más caliente, hasta el del América que está que arde.