Explicó que los médicos de dicha clínica están evaluando someterlo a estudios con la cabeza en movimiento, para determinar si el proyectil alojado en su cabeza está completamente "calcificado, encapsulado" o si existe algún tipo de riesgo de movilidad y deba ser extraído con una "cirugía de mínima invasión".
Los estudios hechos hasta ahora indican que la bala no se mueve. Señaló que Salvador ya está cabeceando, pero con balones de bajo peso; por lo que el objetivo es someterlo a pruebas más exigente, por ejemplo con pelotas con peso reglamentario.
Fretes afirmó que el Chava sigue en constante evolución en lo cognitivo y está "cada vez más conectado", aunque advirtió que en lo sicológico "nunca volverá a ser el mismo".
Sostuvo que es una secuela que se presenta siempre en cualquier persona que es víctima de un balazo en la cabeza o sufre de alguna otra forma un traumatismo de cráneo.