El brasileño rememora que la acción que terminó con el gol de Toninho fue producto de mucho trabajo y entrenamiento. “Es inolvidable”, suspira y repite tres veces Edú, ex jugador de las Águilas, a 20 años de distancia de aquel mítico pase de ‘rabona’ en la Semifinal de Vuelta entre América y Chivas en el Estadio Azteca, que terminó en uno de los goles más espectaculares de la historia del Clásico, gracias a un cabezazo certero del también brasileño Toninho.
La noche del 16 de junio de 1991, la casa azulcrema fue testigo de esta jugada de antología, que no sólo contribuyó a la victoria contundente y humillante en el global (5-0) sobre Guadalajara en la antesala de la Final de aquella campaña, sino al deleite de todos los que aman el futbol, ya que quedó inscrita en los libros y en la historia por su manufactura y belleza.
Pero no fue obra de la casualidad, como el mismo Edú lo comenta, vía telefónica desde Brasil: la acción fue producto de un largo entrenamiento e incluso risas de compañeros y voces que le decían que perdía el tiempo cuando en las prácticas no le salía por desaprovechar una acción. Acepta que también era un recurso porque es “zurdísimo”, y el centro se dio por el costado derecho.
“Fue de mucho trabajo y entrenamiento en Coapa la jugada (la ‘rabona’); yo no pateo con la derecha, y cuando la intentaba y no salía bien en las prácticas, mucha gente caía en las risas o de que estaba perdiendo el tiempo. Pero salió en un partido importantísimo contra Chivas en un Clásico, en una Semifinal, con un estadio con 110 mil personas y fue muy lindo, inolvidable. Yo la vi en varios jugadores de talla mundial como Pelé, Maradona; soy zurdo, y como recurso entrené mucho esta jugada, entonces varias veces la hice en las prácticas. Ya en el partido contra Chivas, el ‘Bíblico’ (Toninho) cerró el centro y con bonito cabezazo metió el gol”, narró Edú. “Fue espectacular, hizo historia, es difícil ver una jugada como ésta: un centro con balón en movimiento, y lo mejor fue que acabó en gol”, refiere el ex jugador brasileño, que en la actualidad tiene una escuela de futbol cerca de Sao Paulo y también es promotor.
Su hijo, también llamado Edú, busca fortuna como futbolista en suelo azteca, y en este momento está sin equipo profesional. “Juego de defensa central, ya jugué con la sub 20 del América cuando la traía Cecilio de los Santos y jugué también en la Sub 20 de Querétaro, me llevó (Carlos) Reinoso para allá en la época que estuvo”, indicó el hijo de Edú.