La vulnerabilidad en la defensa del América es su talón de Aquiles, su peor enemigo. Las Águilas pierden el rumbo y el vuelo cuando las atacan. La exhibición que ha sufrido su zaga en esta campaña es tan contundente que, en 14 jornadas que ha disputado, registra su peor marca de goles en contra a esta misma altura en torneos cortos. Este América sí es histórico, pero para su mala fortuna no por buenos resultados, sino por sus constantes pifias en la última zona.
Ya con 14 partidos jugados (con el adelantado ante San Luis), las Águilas suman 26 tantos en contra, una marca inédita en la historia de los torneos cortos. Con siete tantos recibidos en las últimas dos semanas, el América tiene casi tres decenas de goles en contra y se sitúa en el último peldaño de las defensivas de este campeonato, con dos tantos más recibidos que Jaguares de Chiapas, su más cercano perseguidor, que de igual manera tiene un partido por jugarse, que se efectuará mañana.
Pero no sólo la marca se queda en una defensa que suele caer ante sus rivales y que únicamente ha mantenido limpio su arco en dos ocasiones en lo que va del torneo, pues si hay un hombre que carga con más responsabilidad o es el más señalado, es Guillermo Ochoa, quien al igual que su ‘muro’ defensivo, por ahora cumple con su peor campaña en este renglón.
El arquero de las Águilas ha disputado 13 partidos en este campeonato y ha recibido 25 goles, casi dos por encuentro, cifra que, a falta de tres jornadas de este Clausura 2011,
supera a marcas incluso logradas en torneos regulares más Liguillas.
De hecho, en el Clausura 2005, cuando el América logró su último título de Liga, Ochoa recibió 32 tantos en 21 encuentros disputados con todo y la fase final, en la que le anotaron nueve goles, lo que es su cifra más alta de anotaciones recibidas, pero también con más partidos jugados.
Por ahora, las Águilas buscan retomar el rumbo y encontrar esa solidez en la defensiva que no ha existido en este Clausura 2011, por más variantes que Carlos Reinoso ha intentado, pero que sigue sin encontrar su respuesta para mejorar en este rubro y continuar con sus aspiraciones de llegar a la Liguilla, algo que, en torneos pasados, quedó de lado gracias a su vulnerabilidad en la zaga.