martes, 24 de febrero de 2009

América poco a poco se convierte en un fuerte candidato para el campeonato

Por Álvaro Morales
ESPNdeportes.com


Insisto en el favoritismo de América para ganar el título (y también acepto que Ramón Díaz estuvo a punto de estropearme mi pronóstico).
La llegada de Jesús Ramírez evidencia lo siguiente: el trabajo y las relaciones con los jugadores construyen el éxito de un equipo.
Parecen intrascendentes las actividades recreativas que le pone a sus jugadores en las postrimerías de cada entrenamiento, pero no lo son.
Parecen peligrosos los berrinches de Enrique Vera y Edgar Castillo cuando los sacan del terreno o los mandan a la banca... pero no lo son.
Parece ilógico e incoherente cuando cambia de línea de cinco a línea de cuatro. Pero no lo es.
Chucho sabe de las virtudes y los frutos de la convivencia entre compañeros; comprende el enojo de sus jugadores, porque ahora, quieren lucir y participar más que nunca; y, por encima de todo, Chucho goza de una inteligencia en riesgo de extinción para identificar los ajustes que le convienen a su cuadro, para decidir y para darle la cara a los suyos.

América para campeón (aunque odie decirlo).
Ya me lo recriminarán ustedes (y así lo espero).