Ya no quiero más derrotas si el técnico no sabe lo que hace". En la medianoche del lunes, Emilio Azcárraga sentenció a Ramón Díaz. El magnate y dueño de Televisa, empresa propietaria del América, le dio una indicación clara al presidente del club, Michel Bauer.
El dirigente esperó la práctica matutina para avisarle al Pelado. Sebastián Rambert dirigió el entrenamiento mientras Ramón se reunió en una oficina con la conducción del club. Al final, Bauer y el riojano, con caras serias, se presentaron juntos ante la prensa. El dirigente hizo el anuncio sin aceptar preguntas. Estaba frustrado por despedir a la cabeza de su primer proyecto en las Aguilas.
Luego, Ramón tomó la palabra. "Quiero agradecerles al América, al presidente, al periodismo, a la gente, al público. Me siento en deuda por no haber cumplido con el objetivo, pero tranquilo por haber hecho un trabajo enorme, con un proyecto que continuará porque los jugadores están. Sé que el fútbol tiene estas cosas, dependemos de los resultados".

Esa transferencia de responsabilidades colmó la paciencia directiva. Hace nueve años, el River de Ramón cayó 2-1 con los suplentes de Boca. Al día siguiente (10 de febrero, como ayer), decidió irse de la Banda. Lo reemplazó Américo Gallego, uno de los que ahora suena para reemplazarlo.
Otros: José Pekerman, Javier Aguirre, José Luis Trejo y Bernd Schuster. Se dice que habrá un interino, Juan Antonio Luna, el que ingresó por Rubén Romano, también de malos resultados."Nos vamos a ver porque el fútbol continúa y mi profesión es algo que me gusta. He conseguido muchos resultados y voy a seguir luchando", contó Ramón. En diciembre le dijo no al presidente de River, Aguilar, por su vínculo con el América. Ahora está disponible para cualquiera.