Ricardo Peláez mencionó esto luego de las declaraciones de Cuauhtémoc: “Tiene las puertas abiertas en el América para venirse a retirar, hacerle un partido homenaje como se lo merece un futbolista que ha dejado huella en el futbol mexicano, en el América y en la Selección Nacional. Es para un partido homenaje de su retiro, no para registrarlo como jugador del equipo todo el torneo”.
Y el hoy presidente deportivo agregó más justificantes: “Si Cuauhtémoc tuviera las condiciones que tenía hace 8 años, bienvenido, el equipo requiere ahorita de futbolistas de alto nivel competitivo. Cuauhtémoc ya no está teniendo esas condiciones por lógica, por el paso del tiempo, pero la trayectoria de un grandísimo futbolista en la historia del futbol mexicano no se la va a quitar nadie nunca”.
Hoy con el poder de la presidencia Peláez hace de escudo: “Que me llame cuando él guste, si no nosotros lo vamos a buscar posteriormente para refrendarle el compromiso de que pueda venir a retirarse a esta institución que fue la que lo vio nacer y la que le abre la puertas para su retiro. Cuando él guste venir a retirarse a la institución le hacemos un partido homenaje”.
Atrás de todo esto tenemos a Peláez con el poder junto a Yon de Luisa un personaje que ha chocado con Blanco desde su incursión a las altas esferas en Coapa... Hoy sólo quedarán en la historia como el duo dinámico que no permitió el retiro de Cuauhtémoc con el equipo; porque más allá de que quieran jugadores que corran como estupidos el último ídolo americanista no necesita carta de presentación ni para la hinchada, ni para vestirse de azulcrema, ni para pararse en Coapa y mucho menos para imponer su jerarquía dentro de un vestidor que también necesita líderes.