Por David Faitelson
Para ESPNDPEORTES.com
El América obtuvo sus primeros tres puntos en casa y le devolvió la sonrisa a sus fanáticos en camino al duelo ante Cruz Azul...
Decir que lo merecía podría ser una mentira, pero ganó, y en una época como esta, carente de profundidad y de valores, cualquier duda es bienvenida.
A pesar de que el Atlas lo presionó en la segunda parte...
A pesar del zapatazo de Pacheco que cimbró el travesaño...
A pesar del abrazo de Mosquera que Rodríguez no quiso ver...
A pesar del poco ímpetu de su tribuna...
A pesar de que el Azteca se había gastado su magia a media semana, a pesar de todo, el América puso caras felices a su alrededor y mostró que puede ligar triunfos, que puede ganar como local y que La Volpe no le tiene tomada la medida...
A diferencia del miércoles, este domingo lo que sobran, sobre esta inmensa explanada, son boletos, pero al igual que aquel miércoles, sobran dudas, incertidumbre y poco convencimiento del peso del equipo de casa. Aun así, el América se atreve a cobrar hasta 500 pesos por entrar a su estadio y por verlo ante uno de los rivales más irregulares en la historia del fútbol mexicano.
Aparecen los sombreros y los paraguas, los papás comprando boletos, los niños de biberón esperando la cita, los de bistec sobre la plancha y hasta la tradicional águila, de carne y plumas, que hace mucho tiempo espera dejar al cautiverio y retomar su vuelo rumbo a la libertad. El Azteca o mejor dicho la pasión del Azteca, se confió en el domingo de sol que America y Atlas proponían en el coloso.
LA ESTADISTICA NO AYUDA...
La estadística no es fría, es escalofriante: De los últimos 27 partidos como local, el America tenía 14 derrotas y sólo seis victorias. Buscar, entonces, algún síntoma positivo en el rostro de Juanito, en los ojos Raulito y hasta en el arete de la lengua de Javiercito será algo por demás complicado.
El juego comienza respondiendo a las muchas expectativas que pudiesen haberse perdido en alguna parte de la inmensidad del Azteca. Cabañas rompe el maleficio con la Diez y el Atlas reacciona en tiempo y en forma para que sus fanáticos no pierdan la alegría ni la esperanza.
No pregunten de dónde salen tantos fanáticos del Atlas, pero existen y existen más allá de esos ya casi sesenta años de ayuno y de abstinencia que hace mucho debían haberles sepultado en el cementerio de la pasión. La fe, sin embargo, sigue siendo el motor Rojinegro. Y viven de la herencia casi sagrada de esa fe: niños simpáticos, jóvenes irreverentes, tatuajes, aretes, sombreros, máscaras y banderas son parte de la escenografía del equipo de Guadalajara.
MOMENTO DEFINITIVO
El minuto es el 60...
La jugada es de Reyna...
El oportunismo de Boseajour...
El América tiene ventaja y si es capaz de soportar 30 minutos de acoso atlista, podría irse a descansar y a preparar el duelo ante Cruz Azul con tres puntitos en la bolsa...
No sé por qué, pero me da la impresión de que incluso La Monumental se fue algo decepcionada por lo que vio o dejó de ver en el domingo en el Azteca. Tengo el presentimiento de que éste América ha empezado a ganar, con lo mínimo, con lo necesario, con las migajas, apretado y no con la profundidad, el despliegue y el corazón que el americanismo reclama como identidad.
Sí, aunque no lo crea, cuando se trata de un club con la tradición, el abolengo y la prosapia del America, ganar no basta. Hay que hacerlo con estilo...