Alfonso Díaz, jefe de los servicios médicos de América, señaló que la situación del delantero paraguayo Salvador Cabañas "está en manos de Dios" ya que en el aspecto médico se hizo todo lo posible y lo único que queda es esperar. "(Hay que) tener fe, no hay otra cosa, está en una situación delicada, hay que esperar y conforme pasen los días las esperanzas son mayores".
Entrevistado en el hospital donde se encuentra internado el jugador sudamericano, Díaz explicó que "la parte médica se terminó, la parte quirúrgica también y hay que esperar, está en las manos de Dios".
Advirtió que la situación por la que atraviesa el seleccionado paraguayo es grave, ya que un daño como el que él recibió siempre genera muchas cosas que pueden provocar lo peor. "La situación es grave, es de vida, una bala en el cerebro es para que te preocupes".
Cuestionado sobre qué posibilidades tiene Cabañas de volver a jugar en caso de que pueda sobrevivir, explicó que "el tema futbol es secundario, lo primero es que salve la vida y después se hará un recuento de las secuelas".
Finalmente, el especialista estableció que tuvo contacto con el médico de la selección paraguaya, quien le informó que este martes por la mañana arribará la mamá de Cabañas y el próximo miércoles lo hará su señor padre.