El compatriota y amigo de Cabañas pidió un permiso especial a la directiva regia para viajar al Distrito Federal, y estar con la familia de Salvador. Su semblante no era el mismo de otros días, no tenía la característica sonrisa en su rostro. En esta ocasión, una mirada perdida, una silueta pensativa y ceño fruncido, era lo que Osvaldo Martínez dejó ver en la práctica de los Rayados.
Al final del entrenamiento, 'Osvaldito' fue el primero en ingresar al vestidor para bañarse y cambiarse, recibió un permiso especial de parte del cuerpo técnico y la directiva de Rayados, para trasladarse a la ciudad de México a estar presente junto a la familia de Cabañas.
Todos los medios lo esperaron a la salida del vestidor para tratar de obtener alguna declaración, pero el volante albiazul salió de prisa rumbo a la camioneta en donde ya lo esperaba Neri Cardozo, quien lo llevó al aeropuerto. "Ya me tengo que ir, voy para México, con permiso", fue lo único que alcanzó a decir Osvaldo, para abordar el vehículo y salir a gran velocidad de El Barrial.