La hinchada mexicana ha tomado el nombre de Cabaña y lo ha llevado a la categoría de ídolo. Este fin de semana el América, club del guaraní, ganó uno a cero a los indios de Juárez. Un triunfo dedicado al goleador insigne, un hombre que ya es un ícono para el fútbol azteca, quien aún sigue dando una ardua lucha por la vida. Hoy sus palabras conmueven al mundo: "papá, voy a jugar el mundial".
Consciente, pero aún con riesgo vital se encuentra el delantero paraguayo. Con su padre en la clínica el jugador tuvo importantes avances. Empezó a hablar y le prometió estar en Sudáfrica 2010. "Hoy fue un día más favorable. Empezó a hablar pero no recuerda nada de lo que le pasó, aunque sí a sus familiares y directivos del equipo", manifestó Ernesto Martínez, neurocirujano que efectuó la compleja operación.
La fuerza mental de Cabañas ha permitido avances como la alimentación por vía oral. "No se puede hacer una valoración hasta que él pase de terapia intensiva a una habitación normal, donde se le podrán hacer todas las pruebas posibles; por ahora sería muy fatigoso revisarlo, pero él tiene movilidad en las cuatro extremidades", dijo Alfonso Díaz, Jefe del Servicio Médico del Club América.
Salvador Cabañas, a pesar de sus positivas señales, aún se mantiene conectado a ventilación mecánica y drenaje ventricular. Los médicos esperan que su edema cerebral baje para intentar nuevamente retirar la bala de su cabeza.