Salvador trabaja en su rehabilitación cuatro horas al día y paga por ella cerca de 20 mil pesos al mes. Por primera vez charló por un corto tiempo con algún medio de comunicación mexicano, luego de haber recibido un balazo en enero pasado, que lo tiene apartado de las canchas pero con algunos recuerdos de México. “Estoy bien. Les mando un saludo a todos los mexicanos, un abrazo; estaré pronto de regreso por allá”, dijo el artillero a la revista TV Notas, que publica la entrevista en su edición de esta semana.
Instantes después de haber recibido su terapia diaria en el Instituto Randall, de Asunción, Paraguay, que tiene una duración de cuatro horas y por lo que paga cerca de 20 mil pesos al mes, Cabañas contestó algunas preguntas sobre su actualidad de manera breve y sin entrar en demasiados detalles. Primeramente, resaltó estar bien de salud y con los deseos de regresar cuanto antes a las canchas y al América.
Por el momento, su rehabilitación continúa. Al recibir la visita de los enviados de Tv Notas, Salvador aseguró que ya puede correr con normalidad y también reveló que acude al gimnasio, lo que es parte de su rutina diaria, además de estar en su casa, donde convive con sus hijos.
Salvador, ¿Cómo estás? Bien, gracias.
Cabañas, ¿regresarás a jugar al América? ¡Sí! (responde emocionado). Aquí interrumpe su psicóloga: “Él tiene muchas ganas de volver”.
Chava, ¿qué le dices a la afición mexicana? Les mando un saludo a todos los mexicanos, un abrazo; estaré pronto de regreso por allá.
Tus seguidores te quieren mucho, pero ¿ya sabes si volverás con el mismo equipo o con algún otro? Sí, con el América.
Chava, ¿qué recuerdas de nuestro país? Los partidos, los aficionados; todo con cariño.
¿Cuándo vas a patear de nuevo un balón? Cabañas hace un gesto de no saber qué decir y enseguida el reportero de Tv Notas le recuerda cuando se le vio en Argentina dominando un esférico, pero la doctora contesta: “Él recuerda la comida mexicana y todos los momentos bonitos que vivió por allá”.
Te agradecemos. ¿Nos mandas un beso para México? Claro, un abrazo y saludos a todos.
Así concluyó la charla con el delantero, mientras pasaban otros pacientes del instituto, que al verlo le daban sus bendiciones.