El 'Maestro' llegaría a 100 victorias con las Águilas si el domingo vencen a Puebla, un rival que le trae buenos recuerdos al estratega, pues ante ellos ganó por primera vez con los azulcrema Ocurrió hace casi 30 años. El 9 de junio de 1981 Carlos Reinoso fue presentado por Guillermo Cañedo como director técnico del América. Llegó en lugar de José Antonio Roca y cubrió los últimos cinco juegos de la temporada 1980-81. El talentoso ex jugador azulcrema en la década de los 70 no parecía convencer a nadie de que fuera a ser igual de exitoso como entrenador.
De hecho, en esos cinco partidos registró cuatro empates y un tropiezo. Hoy, el chileno está por asegurar 100 victorias como estratega emplumado, si el próximo domingo sus Águilas vencen al Puebla en el Estadio Azteca. Aquel día, en las instalaciones de Coapa, Reinoso aportó el sello de los millonetas, siempre desafiantes y presuntuosos. "Si acepté la ayuda que me pidió Cañedo, es porque me siento capaz, no sólo por dirigir al América, sino a cualquier equipo del mundo", se lee aún en las páginas que guarda la hemeroteca de EL UNIVERSAL. "Es un privilegio y un honor, para cualquier jugador, vestir y llevar los colores del América", celebró el nuevo timonel y criticó a sus pupilos. "Aquí, algunos le han perdido el significado. En lugar de corregir sus deficiencias, prefieren irse a descansar o divertirse. Trabajaremos mañana y tarde". El ejemplar de antaño resalta cómo Reinoso corrigió al portero Pedro Soto, quien pretextaba dolor de muela: "Vamos a trabajar, eso déjalo para después". Sin victorias en las últimas cinco actuaciones del torneo, la dirigencia decidió darle el espaldarazo y arrancó la campaña 1981-82. En la segunda fecha ganó por primera vez, el 25 de septiembre de 1981, en Santa Úrsula. Un rotundo 3-0 sobre el Puebla, curiosamente su próximo rival. "Demostramos que el América no es un equipo violento, sino un cuadro con juventud y deseos de complacer a sus seguidores", acotó Reinoso tras su primer éxito. Precisamente tres años después, el andino llegó a la final, en la que enfrentó a las Chivas.
El Clásico lo ganó 3-1 en el Azteca, el 10 de junio de 1984. "Pese a que el equipo jugó 70 minutos con 10 hombres [por la expulsión de Armando Manzo], el América hizo algo grande, fue heroico", observó. Exitoso durante su primera etapa, el chileno dejó la dirección técnica, porque el 18 de enero de 1985, en pleno encuentro contra Ángeles de Puebla, enfermó, pese a ganar. Días después dejó el cargo, suplido por su auxiliar, Mario Pichojos Pérez. "Lo recuerdo perfectamente -relata Alfonso Díaz, médico del América-. Tuvo una arritmia y una baja de la presión arterial. La responsabilidad de estar sentado en el cargo es muy grande y él es muy intenso. No es una persona que tome las cosas fríamente, sufre y disfruta cada juego. En ese momento se empezó a sentir mal, hubo un colapso, se le sacó en camilla de la cancha y fue al hospital. Se le hicieron estudios y su corazón privilegiado le permitió que sólo quedara en un susto". El problema quedó atrás. En su cuarta etapa en el club, aún hoy "sufre más intensamente que cualquiera de nosotros", dice el doctor. Mas ese corazón tan grande está preparado para celebrar 100 triunfos como águila y muchos más. CURIOSIDADES •"El Maestro" registró seis partidos sin ganar y en el séptimo venció al Puebla, 3-0, su rival del domingo en el Azteca. Demoró poco más de tres meses •Tres años después de su presentación (9 de junio de 1981), ganó el título en la final contra Chivas (10 de junio de 1984), su único, a la fecha, como entrenador •En la primera etapa como técnico del América, Reinoso salió por prescripción médica, debido a su apasionamiento, y fue sustituido por "Pichojos" Pérez