sábado, 2 de abril de 2011

Dictamen a Ochoa

Por Ricardo Salazar Publicado en Excelsior.com.mx Memo, de 25 años, tiene aspiraciones de alcanzar las hazañas de Oswaldo, Calderón, Campos y Carbajal, pero debe trabajar, y mucho. El dictamen Ochoa quizá nos está desviando de otras conclusiones importantes luego de la doble jornada de partidos internacionales de la selección mexicana. Por principio de cuentas, se aprovecha la doble fecha FIFA con dos encuentros amistosos, no como sucedió en la más reciente celebrada entre el 8 y 12 de octubre de 2010, cuando solamente se disputó un encuentro, y ahora el cuerpo técnico busca desesperadamente otro par de partidos de preparación antes de su participación en la Copa Oro.

Fiel a la escuela de entrenadores del futbol mexicano, José Manuel de la Torre no repitió alineación después de vencer a Paraguay. Hizo cuatro cambios y eso repercutió en el rendimiento al no poder imponerse a Venezuela durante el primer tiempo. Con su alineación, Chepo planteó un equipo dinámico; sin embargo, el campo no permitió imponer condiciones. El pasto corto la convirtió en una cancha rápida, nadie pudo adaptarse para controlar el balón y mucho menos calcular el toque del mismo, pero parece que el numeroso cuerpo técnico, Chepo, Yayo, el Flaco y Chava no se dieron cuenta, al menos no hubo cambio de estrategia en beneficio del equipo. Todavía para el segundo lapso, llegaron otros cuatro cambios y aparentemente el equipo mejoró elaborando jugadas de peligro, pero fue un error del portero Leonardo Morales, el que permitió que se abriera el marcador. Aldo de Nigris hace su primer gol y junto con su hermano fallecido, Antonio, se convirtieron en la cuarta pareja de hermanos en anotar con la Selección Mexicana compartiendo créditos con Felipe y Manuel Rosas, Ernesto y Jorge Sota y Ramón y Nicolás Ramírez. El cuarto punto a destacar es que nuevamente la Selección recibe un gol a balón parado, tiro de esquina y remate de cabeza. Se responsabiliza del mismo en gran medida a Guillermo Ochoa, pero con la complicidad de Édgar Dueñas y Aldo de Nigris. El guardameta mide mal desde que viene el centro, hace una escuadra en su recorrido en lugar de ir diagonalmente al encuentro del balón y delantero, el defensa del Toluca pierde la marca y el delantero del Monterrey está en la zona pero no hace nada por despejar. Es el sexto gol a balón parado que recibe el equipo mexicano de los últimos 19 en contra, específicamente desde el 3-1 en contra de Inglaterra, previo a la Copa del Mundo; en otras palabras, es un gol encajado con las propias técnicas y estrategias de los entrenadores mexicanos. Ochoa, dirigido hasta por Manuel Lapuente, Dueñas por el propio Chepo en el Toluca y Aldo por Víctor Manuel Vucetich, ganador de dos de las últimas tres ligas y también candidato a dirigir al Tricolor. Quizá por eso, ante las críticas, Carlos Reinoso y Enrique Meza salen a defenderlos, porque ellos mismos, junto con los Arias, Tena, Ferreti, Real, Flores, Romano, Herrera y muchos otros, enseñan, entrenan y dirigen a esos jugadores que permiten tantos goles en táctica fija, en competencias locales o internacionales. Parece que unos se cobijan a otros para ocultar sus carencias. Con su actuación, Ochoa se convirtió en el sexto portero que en más ocasiones ha defendido la meta de la Selección. Está joven, 25 años, y tiene aspiraciones de alcanzar las hazañas de Oswaldo, Campos y hasta Carbajal, pero tiene que ponerse ha trabajar, y mucho.