A Carlos Reinoso y a los millones de americanistas en todo el planeta le cae de sorpresa su nombramiento, sin duda ordenado por el mandamás Emilio Azcárraga, como director técnico de las muy boca bajeadas Águilas, y mientras Manolo Lapuente pregunta si le tomaron las placas al camión que lo atropella…
EL “MAISTRO” TENDRÁ QUE SACUDIRSE MUCHOS VICIOS…
Estoy hablando solo futbolísticamente, que lo han acompañado a lo largo de su muy larga carrera, de entrada esa chocante costumbre de obligar a su cuerpo técnico y jugadores a llamarlo “Maestro”, le recordamos desde aquí a Carlos que el único Maestro está en los cielos y que como director técnico tendrá que encontrar otras formas de acercarse a este comodino y aburguesado plantel del América, por otro lado…
HACER A UN LADO EL PROTAGONISMO…
Desesperante en donde jugar al “yo, yo” es recurrente en Reinoso que hace un par de meses se aventó la puntada de pedir una estatua suya después de ayudar a la salvación del Querétaro, CARLOS, que en esta nueva etapa en el América hablen los hechos allá en la cancha y como tercera y más importante Carlos Reinoso deberá enfocar toda su energía en quedar bien…
NO SÓLO CON EMILIO AZCÁRRAGA…
Como le ha ocurrido en otras ocasiones, la energía, las baterías, el entusiasmo, los conocimientos y la mucha pasión deberá ser enfocado al América, al americanismo, a los millones de los muy dolidos aficionados a los que debe encontrar la forma de regresar al estadio y esto es solo jugando bien, conectando con la tribuna, con resultados y dejar de pensar que con el único que hay que quedar bien es con Emilio Azcárraga, hoy su patrón al que por cierto, no le gustan los “barberos”… Así de fácil.