jueves, 3 de marzo de 2011

Dame una señal

POR FRANCISCO JAVIER GONZALEZ

Como las reconciliaciones cuando hay amor no cuestan trabajo, la afición americanista hoy da rienda suelta a sus sentimientos: sus Águilas volvieron a ganar en la Libertadores y no les falta mucho para amarrar el pase a la siguiente fase.
Un triunfo en casa frente a Argentinos sellaría lo que en Coapa es una costumbre: avanzar al menos a los Octavos de Final de la Copa. En sus 6 participaciones anteriores lo ha logrado y en esta séptima parece mantener la tendencia.

No obstante merecer el triunfo, el partido no fue fácil para las Águilas. La primera mitad fue de pocas llegadas pero en el segundo tiempo, con intervención de la banca americanista, el juego se aclaró y que llegara el gol sólo parecía cuestión de tiempo.
La afición americanista ahora quiere ir por todo. Pese a que la marcha de las propias competencias es la que realmente determina la "elección" de un equipo que tiene que dividirse entre Liga y Libertadores, los feligreses amarillos quieren ir por ambos torneos.

La idea popular señala que es imposible avanzar demasiado en los 2 certámenes, porque además de necesitarse para ello un amplio plantel, que los arbitrajes sean benignos "o por lo menos no malévolos cuando se visita- y un poco de suerte, hay fechas que coinciden con fases avanzadas de la Copa con las de la Liguilla por el título.
América, sin embargo, es el equipo que más alto llegó alguna vez en ambas competencias. En el 2002 consiguió el título de Liga y llegó a las Semifinales de la Libertadores frente al Sao Caetano, ante el que cayó en el Azteca poco después de terminado el Mundial de ese año.

Con el mayor número de partidos jugados por un equipo mexicano en el torneo sudamericano, el América promedia una buena cantidad de puntos cuando ha alternado sus actuaciones con la Liga: 24.8 puntos por 25.1 del Guadalajara, cuya productividad combinada es la mejor que registra hasta ahora el futbol mexicano.

Esto sin embargo, está apenas empezando.
La prueba americanista sigue con partidos apetitosos que le llaman a mantener el hambre y el nivel: Santos, Cruz Azul, Monterrey, Puebla y Chivas representan la próxima cúspide de la dificultad que Reinoso y sus huestes habrán de batir para enseñarnos su real estatura.

Eso da sabor, al igual que la próxima Semifinal de Concacaf entre Monterrey y Cruz Azul que recuerda una batalla espectacular por el título del Apertura 2009, en el que Rayados le arrebató a La Máquina el trofeo de las manos.
La feligresía quiere volver. Sólo necesita una señal y el América se la está mandando.
Ahora, hay que cumplir.

fjgonzalez@reforma.com