domingo, 5 de octubre de 2008

América, el águila que cae

POR Fernando Schwartz
ÉL PORQUE DE LA CRISIS
Michel Bauer, presidente que anunció una importante reestructuración en el América, no es culpable de la crisis en la que está el equipo. Esto viene de mucho tiempo atrás y aquí trataré de explicarle desde mi punto de vista por qué las Águilas no levantan el vuelo, y los dos títulos obtenidos en el 2002 y 2005 son sólo un espejismo que no tapa lo que América ha hecho mal de tiempo atrás.

Lo primero es que la soberbia en abrir la cartera en forma desmedida, ha dejado en claro que el dinero no es la solución a los males. Hoy que le pagan una fortuna a Ramón Díaz, queda comprobado que las Águilas, a base de billete verde, han querido subsanar la crisis y se les ha olvidado que esos 10 millones de dólares que pagaron por el cotizado y versero técnico argentino, bien los pudieron emplear en las fuerzas básicas, que con el poder de convocatoria que tiene el club, daría para visorías diarias y crear americanistas de convicción como era en etapas anteriores.

PROMOTORES VIVALES
América ha caído en la red de los vivales promotores, que encabezados por dos ex americanistas como Héctor Miguel Zelada y Leo Rodríguez, han traído petardos caros y malos que han hecho mella en las arcas, mas no han dado resultados en el terreno de juego.
América se argentinizó con jugadores aburguesados, y de los últimos extranjeros que han llegado, el único que ha rendido es Salvador Cabañas, pero con el pero, valga la redundancia, de nunca querer dar la cara por América fuera de la cancha cuando se necesita.
Antes América hacía visorías para contratar jugadores. Panchito Hernández, criticado y vilipendiado, siempre supo escoger. Ramón Martínez fue un vicepresidente con toda la barba, Guillermo Cañedo padre sabía manejar las tempestades, pero esos tiempos han quedado atrás, así como la exitosa transformación en Águilas que llevó al cabo Emilio Diez Barroso, quien después se hundió ante los errores de sus asesores y los golpes internos en Televisa, porque créanme que si en un lugar son felices cuando hay crisis en el América son los propios buitres de Avenida Chapultepec 18.
Raúl Quintana, cuando Burillo anduvo por ahí, también tuvo su Waterloo.
De Pablo Cañedo al paso de Javier Pérez Teuffer, el relevo de Guillermo Cañedo y ahora Michel Bauer, se puede decir que actúan atados de manos y como ejecutores de órdenes de arriba y no de Emilio, extenso conocedor del futbol, sino de mandos intermedios que a final de cuentas dificultan el camino del América.
Yon de Luisa es un hombre institucional, pero hoy se ve estorbado por un tal Jaime Rascón, que sabe de futbol lo que yo de canicas, y que en cuestión administrativa ha puesto de cabeza al América.


PRECIO NO ES CALIDAD
En lo que a cancha se refiere, América no tiene gente de calidad que supere a los de casa. Insúa fracasó en Alemania, y en Águilas no ha levantado. Castromán fue y vino sin fortuna. Higuaín fue un petardo de Turquía; a Alfredo Moreno le pasa lo que le sucedió al "Fantasma" con el peso de la camiseta Águila, como a Juan Carlos Medina le sucede -guardada la comparación- lo que pasó con Ramón Ramírez cuando llegó al equipo de Coapa.
Las Águilas se han olvidado de la producción de casa. Cuando Rubén Abarca fue el primer producto en debutar de básicas, se cacareó por todo lo alto, y de aquel entonces sólo la generación de Cuauhtémoc con Lara y Villa, entre otros, dio resultados.
De los demás, sólo Guillermo Ochoa, excelentemente trabajado por Néstor Verderi, ha dado el ancho; lo demás son cuentos de un América que no tiene pies ni cabeza porque Alfredo Tena, Águila de corazón y con su furia siempre por delante, no tiene presupuesto para hacer algo digno en las futuras generaciones.
América cree que trayendo técnicos de renombre el barco se endereza, y eso es una utopía. Bielsa se fue con las manos vacías. Falcao fue caballeroso y nada más. Basile ganó sólo un título de Concacaf. Jorge Vieira fue el único, junto con el "Zurdo" López, que obtuvo títulos de los foráneos.
Sekularac, triunfador en Chile, aquí ganó en las apuestas del Hipódromo. Ruggeri fue un vividor 'cobra comisiones' que por poco estropea la carrera de Ochoa. Esto muestra que el América no tiene pies ni cabeza y mucho menos alas de tiempo atrás. Lapuente y Carrillo dieron los últimos títulos, pero fueron garbanzos de a libra porque no ha habido continuidad.
Qué lejos están los tiempos de Zelada jugador, de Reinoso, de Hodge, de Toni-nho, de Alcindo, de Verderi, de Ivo Sodre, de Borja, "Pata Bendita", "Monito", Borbolla, "Popeye", Ceballos, Del Olmo, los Zagues, Peláez, Hermosillo, Kiese. Qué tiempos que no volverán, y de diversas épocas. Cuauhtémoc, cuándo te recriminaban y hoy cómo te extrañan, siendo el único que incluso habló de frente, como acostumbras, con el dueño.


LOS GOLPES MEDIÁTICOS
América es afecto a los golpes mediáticos. Por eso repatrió de España a Hugo Sánchez. Por eso, antaño trajo a Vavá o a Dirceu. Por eso buscó lo exótico con Biyik y Kalusha. Por eso trajo al "Piojo" y a Zamorano. Por lo mismo buscó al alemán Gaudino o al italiano Rossi, o bien la magia de Antonio Carlos Santos.
Unos buenos, otros malos, pero al final del camino sin dejar una base sólida que un equipo de esta magnitud requiere. América llegó a un momento en el que tuvo más de 100 cartas internacionales. Hay nombres que ni usted se acuerda, pero aquí le pongo algunos como Lipatín, Djalminha, Carignano (que nunca jugó pero sí fue a hacer pipí al antidoping), Saja, Amelli, Costa y muchos más, como ahora lo es Sebastián Domínguez, o en campañas pasadas lo fue Rodrigo López.


Otro factor es el engrandecimiento que dan los cronistas al surgimiento de novatos. Cuando Paco Torres hizo un golazo en su debut a Chivas era la máxima 'Coca del desierto' y le costó retomar su carrera para ahora triunfar en Santos, factor que se da seguido en el América.
Los que pasan por ahí y salen, después levantan vuelo, y si no, vean a Braulio Luna, "Jagger" Martínez, González Tahuilán, Mario Pérez, Torrado, que anduvo en básicas y nunca lo pelaron, por mencionar a algunos, o como otros fueron ensalzados como Argüello y "More", que hoy andan deambulando en la crisis del Águila.

BAUER, UN CABALLERO
Por si fuera poco, Ramón Díaz tenía nulo trato con los jugadores, todo era a través de sus auxiliares, hasta que la directiva le forzó a cambiar de actitud. América, luego en tanto vuelco prefiere traer al banco a americanistas de cepa pura, y no funcionó al 100 por ciento como Brailovski; Luna, a quien no lo dejaron; Tena, que se fue por liarse casi a golpes con el presidente.
Trajeron un técnico conciliador, como Luis Fernando, y no se pudo. Un Romano que no trabajó como él hubiera querido. Por todos lados, América, a base de billete ha intentado y nada más no asoma su cabeza, siendo la crisis ya una forma de vida del equipo, que es rehén de los burgueses, llámense Rascón; de los vivales, llámense los promotores Zelada y Rodríguez, o de los ejecutivos de Televisa, que gozan con el fracaso de uno de los suyos, representado hoy por el caballeroso y honrado Michel Bauer, que merece más apoyo y mejor suerte de todo lo que heredó en estos años, resumidos al máximo de una crisis de años y disfrazada por dos títulos.