miércoles, 7 de marzo de 2012

Herrera recuerda su pasado con Mahamed

PUBLICADO EN EL UNIVERSAL

Ocurrentes, gitanos, sui géneris, así eran los integrantes de Toros Neza, donde coincidieron —hace poco más de 15 años— Miguel Herrera y Antonio Mohamed.

Hoy rivales como técnicos de América y Tijuana, respectivamente, El Piojo y El Turco comparten pasajes inolvidables que, previo al choque del próximo viernes, revive el temperamental estratega azulcrema. “Era un equipo sui géneris, con extraordinaria relación. Hicimos cosas divertidas. Guardo gratos recuerdos de un grupo que vivió cosas diferentes”, rememora Herrera, enrolado en el club nezatlense, de 1995 a 1999.




Subcampeón en el Verano 1997, el inolvidable equipo de Neza recurrió a múltiples ocurrencias. Desde pintarse todos el cabello hasta disfrazarse con máscaras de monstruos. “Era un equipo gitano, que salía a matar o morir”, prosigue Miguel. “Fueron años extraordinarios. De pronto, Pablo Larios, Memo Vázquez o Mohamed ponían ideas en la mesa. Hacíamos los trenecitos o hasta sentarnos todos juntos”, añade.

Cuando emplearon las famosas máscaras, “fue el único torneo en el que no estuve, pero salí rapado, pintado, lo de los sombreros fue porque nos los encontramos”, relata, satisfecho, porque en ese entonces, “el equipo se divertía en la cancha”.

Hoy, cada semana, Herrera se topa con un amigo. Lo hizo con Mario García, de Atlante; El Profe José Guadalupe Cruz, en Jaguares; y ahora será ante Mohamed. “Con El Turco éramos muy unidos y afuera nos divertíamos mucho. Pasamos momentos extraordinarios con el gordo”.

La expulsión

Intranquilo, indignado, Miguel Herrera se engancha en una discusión estéril, nimia, con tal de justificar la expulsión que sufrió en la agonía del juego contra Jaguares de Chiapas, el domingo pasado en el Azteca.

El director técnico se esfuerza en convencer ante los medios, el por qué de la apelación que el Club América metió para que pueda estar el próximo viernes en el banquillo de las Águilas, frente a Xoloitzcuintles.

En el discurso, expone a detalle lo sucedido, sin entender las razones por las que fue expulsado por el árbitro Ricardo Arellano Nieves. Y no falta quién le recuerde hasta el lenguaje empleado por Herrera, con la argumentación de tener un video revelador del insignificante suceso.

Harto, El Piojo termina por ironizar: “Ha de ser la toma subterránea... No la conozco, es nueva para mí”.

Más y más lesiones

En la práctica de ayer, en el Nido de Coapa, varios jugadores interrumpieron su labor por diversas dolencias. Sin embargo, según Herrera, el brasileño Rosinei, contracturado, es el único descartado para encarar a los Xoloitzcuintles de Tijuana.

Aquivaldo Mosquera no completó el trabajo para protegerlo de la carga que tuvo por su participación, la semana pasada, con la selección de Colombia; Óscar Rojas se integró, pero concluyó antes, porque así lo tenían previsto; Jesús Molina trotó en torno del campo con balón; y El Hobbit Christian Bermúdez no se repone aún de la patada que recibió el fin de semana y que le ha dejado molestias en la rodilla derecha. “Tiene que recuperarse de ese patadón que le dieron. Si corre, no hay problema, pero al hacer sus movimientos básicos, le molesta”, reconoce un preocupado Miguel Herrera. “Los estamos dosificando para tenerlos bien el viernes”, descubre, aún sin entender por qué lo expulsó el nazareno en plena cuaresma.