miércoles, 4 de noviembre de 2009

Miercoles previo a pumas

Guillermo Ochoa no le teme a sus palabras; respeta a los Pumas porque son el Campeón y un digno rival y aceptó que ganarle a los universitarios “tiene un sabor especial porque nos acercaría más a la Liguilla sobre un rival al que siempre es agradable ganarle”.
“Ganar” es la consigna que tiene desde que era un niño y jugaba sus primeros partidos contra los universitarios, y, le prohibían recibir goles en su portería: “Hay mucho pique (rivalidad), damos el extra por el orgullo de estás dos grandes instituciones, y lleguen como lleguen estos equipos siempre son partidos diferentes, así se siente y se vive en la cancha”.

Han pasado más de cinco años desde que los Pumas no pueden vencer a las Águilas en el Olímpico, el tiempo ha sido una eterna fiesta entre los americanistas que desean prolongar, no importará si ganan 1-0 o golean, lo que les importa será seguir venciendo a los dirigidos por Ferretti en su propia casa. “Me encantaría jugar muy bien, ganar por goleada, queremos y buscamos eso en cada partido, pero si éste no se da y te encuentras con un partido donde el juego es muy apretado o se ensucia mucho, y ganas 1-0 es bienvenido.
Además, el partido es clave para nosotros y para nuestras aspiraciones, sabemos que el grupo está muy apretado y que todo se puede definir en los últimos juegos, y Pumas siempre es un rival complicado y aunque no tengan posibilidades de calificar van a intentar ganar, no nos van a reglar el partido y sabemos que si queremos aspirar al título tenemos que cerrar fuerte el torneo”.


Memo confía en que el América mañana saldrá a CU a robarse un triunfo y colocarse en el camino de la calificación, el equipo se ha visualizado en la Liguilla y no están dispuestos a cambiar la situación, aunque entienden que el esfuerzo realizado hasta el momento podría ser inútil si bajan los brazos, pues ante lo apretado que se encuentra su grupo podrían quedarse fuera. “Estamos conscientes de cómo está el torneo y que equipos, con muchos menos puntos, pueden calificar, nosotros con buena suma de puntos no tenemos nada asegurado y hasta podemos quedarnos fuera, pero eso es bueno porque hace que no bajemos los brazos y luchemos hasta el final, nos exige hasta los últimos partidos”.

América saldrá engallado, para darle la alegría a su gente que tanto le deben. Aunque a Ochoa tampoco le preocupa la pelea en la tribuna, pues sabe que sólo será de cánticos y porras ya que catalogó al Estadio CU como un inmueble seguro. “Siempre hay que prevenir y más por los antecedentes que se tienen, pero creo que no pasará nada, la gente, los de las porras, saben respetar, últimamente lo han hecho de gran forma y seguro que mañana será igual, disfrutarán, apoyarán vivirán con mucha intensidad, pero hasta ahí; lo han hecho bastante bien los últimos años, se ha marcado por ser un estadio así (violento) pero los tiempos cambian y últimamente la gente respeta bastante”, sentenció Ochoa mientras resaltó que lo de mañana será una gran batalla donde Pumas no les regalará nada porque es un duelo donde “hay mucho pique y el orgullo de por medio”.

Reconoció que su afición tiene mucha expectativa de este América, pero no sólo en este partido:La gente espera mucho de nosotros, que el equipo llegué a la final, que gané el campeonato y hoy estamos para sumarle una estrella más a esta institución”.
La pena ajena como la que está viviendo Pumas, desahuciado de la liguilla de este torneo, no le importa: “Si están Pumas y Chivas, le dan un sabor distinto a los encuentros, pero no pienso en eso, sino en ganarle al equipo que nos toque enfrentar para buscar el campeonato, sólo me interesa lo que hagamos nosotros”

OCHOA SIN PALABRAS.
El encargado de prensa le apagó a el micrófono Guillermo Ochoa, cuando cortésmente el arquero americanista contestaba una pregunta no autorizada
La última y nos vamos… así como dice el refrán es la regla con la prensa en el campamento del América, y, este mediodía le quedó claro a Guillermo Ochoa, porque cuando cortésmente comenzaba a responder una pregunta no autorizada, el encargado de prensa lo dejó sin palabras al apagarle el micrófono. El portero no se esperaba la interrupción, su rostro lo dijo todo, y, sólo movió las manos como quién se ve sorprendido haciendo algo malo, y agregó un “uuuh”.
Enseguida salió rumbo a la cancha bien custodiado y sin libertad para hablar con nadie más: “me regañan”,
se disculpó y sólo volteó para ser fotografiado varias veces antes de concentrarse con el América para el partido de mañana contra los Pumas