domingo, 21 de febrero de 2010

LA PORTADA DEL REFORMA, SOBRE CABAÑAS.

Espera a Cabañas difícil camino
Tras recibir un balazo en la cabeza, el futbolista Salvador Cabañas libró la muerte, pero aún le queda un largo camino de recuperación. El delantero paraguayo del América, atacado el pasado 25 de enero en el baño del Bar Bar, come dieta blanda, va al baño con ayuda de terceros, duerme buena parte del día y mantiene diálogos breves y poco estructurados. Casi todo el tiempo está recostado o sentado en la cama de su habitación, la 618 de la Torre Marfil, en el Hospital Ángeles del Pedregal, donde también hay un reposet que utilizan su esposa o su madre, quienes lo han acompañado todo el tiempo.

Se le ve delgado, débil. Difícilmente se mantiene erguido, no puede fijar la vista en un punto por mucho tiempo, no controla del todo los movimientos del ojo derecho e incluso por momentos tiene la mirada extraviada. Su madre o su esposa lo ayudan a ir al baño y lo levantan dos o tres veces al día para que dé unos pasos; sus desplazamientos son lentos; de hecho, no tiene movilidad en el lado izquierdo del cuerpo. Sostiene conversaciones breves con sus familiares (padre, madre, esposa y, el jueves, con sus dos hijos), así como con sus colegas y compatriotas Darío Verón, Dante López y Cristian Riveros.

Los diálogos se desarrollan bajo supervisión médica, y su familia y amigos responden a los pocos estímulos de conversación que él da. Sus visitas tienen prohibido estimularlo de más para no excitar su actividad cerebral. El jugador se alimenta tres veces al día, mayormente dieta blanda, aunque, desde que dejó la unidad de cuidados intensivos, el miércoles, pidió tacos una vez. El neurocirujano Ernesto Martínez Duhart afirma que las secuelas de la lesión en la cabeza de Cabañas se sabrán hasta que comience su rehabilitación.

El viernes, una mujer trató de ingresar al cuarto del goleador haciéndose pasar por su tía. Los guardias la detuvieron para interrogarla y no la dejaron entrar. A partir de ese día, la vigilancia en el hospital se reforzó. El presunto agresor de Cabañas, José Jorge Balderas Garza, "El JJ", se encuentra prófugo y ha sido vinculado con Édgar Valdez Villarreal, "La Barbie", operador del cártel de los Beltrán Leyva.